Era su profesor de Inglés allá en los tiempos de estudiante. «Salí a la pizarra e hice el ridículo. Y me dijo: `Anda, anda siéntate. Así te vas a ganar tu la vida con el fútbol'», recordaba en una entrevista Mikel Rico. Cuando hace dos veranos fichó por el Athletic no pudo sino acordarse de aquellas palabras. Hoy, los pulmones del de Arrigorriaga mantienen a flote al equipo en sus horas más bajas y gracias también a su inagotable cuentakilómetros empieza a sacar la cabeza de la cola de la clasificación. Uno de esos currantes del fútbol que ha derramado lágrimas allá en la lejana Cuenca, sudor a toneladas allá por donde ha pasado y disfruta ahora del cariño de la afición por un jugador de esos que, tenga el día acertado o no, lo da todo sobre el césped. Por eso sus opiniones suelen ser sabias y ayer envió un aviso: «Ahora estamos pensando en alejarnos de los puestos de abajo. El mayor error es mirar arriba cuando lo de abajo está tan cerca. Cuando saquemos el culo de ahí miraremos nuevos objetivos». Siempre directo y certero.

Como alguien dijo, la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia. Y al Athletic le va a tocar bailar y de lo lindo de aquí al parón navideño. Un calendario de partidos apretado pero que invita también a la ilusión, porque en el curso exacto de un mes, tiene opciones de mirar hacia los nuevos objetivos que apuntaba Rico, pasar la primera ronda de la Copa y clasificarse tercero de grupo para la Europa League, otra de esas metas que se han cruzado por el camino y que a nadie desagrada.

Hay voces que plantean ya la idoneidad de dejar a un lado Europa de manera definitiva y centrarse en la Liga y Copa. Pero la zanahoria europea también resulta atractiva, con potenciales rivales del cartel de Borussia Mönchengladbach, Tottenham Hotspur, Celtic de Glasgow, PSV Eindhoven, Inter de Milán, Everton, Dinamo de Kiev, Fiorentina o el mismo Napoli.

En el sorteo del 15 de diciembre -el Athletic recibirá al BATE el día 12- habrá dos bombos de dieciseisavos de final: los doce ganadores de grupo de esa Europa League y los cuatro mejores terceros de la fase de grupos de la Champions serán cabezas de serie. Estos equipos quedarán emparejados con los doce subcampeones de grupo y los otros cuatro equipos procedentes de la Champions League, terceros en la fase de grupos.

La línea a seguir

Antes de poner el chip en modo europeo, el Athletic recibirá la visita del Espanyol, justo detrás de él en la clasificación, a un punto. «Desde el parón hemos hecho cosas muy bien en Liga. El partido en Valencia fue bueno en cuanto a bloque, solidario, con la puerta a cero, fue más bueno eso que sumar un punto», defendió ayer Mikel Rico. Los tres puntos ante los `pericos' vendrían de perlas, sobre todo para rendir visita luego al Getafe, un campo que a los leones no se les da bien.

Entre ambos choques, visita obigada a Ucrania para medirse al Shakhtar, donde seguro que Ernesto Valverde tirará de nuevo de cambios. Tras Getafe, la Copa, visita al Alcoyano en martes, y luego en casa el colista, el Córdoba. Tres encuentros ligueros en los que los bilbainos necesitan hacer acopio de puntos antes de despedir el año rindiendo visita a la nueva Real Sociedad de David Moyes y acoger con el cuchillo entre los dientes al siempre complicado Atlético. La vuelta ante el Alcoyano y la `final' ante el BATE Borisov completarán antes de ese 21 de diciembre el carrusel de partidos de los rojiblancos.

Muchos frentes abiertos pero a la vez todos ellos motivadores. «Es la línea a seguir», sostenía Rico en Lezama en referencia a los últimos partidos de Liga. Si el equipo consigue afianzar juego y acompañarlo de resultados en este próximo mes hasta podría tomarse las uvas con otra alegría en el cuerpo. Pero como diría el `17' rojiblanco, eso es mirar hacia arriba, y de momento toca hacerlo hacia abajo.