2014 AZA. 19 CRíTICA: «Matar al mensajero» El periodismo comprometido de Gary Webb Mikel INSAUSTI Zinema kritikaria O curre a menudo con los nuevos realizadores que, después de llamar la atención con su primer largometraje, no consiguen mantener el mismo interés en sus siguientes realizaciones. Michael Cuesta causó un fuerte impacto en 2001 con su ópera prima «L.I.E», una película valiente como pocas, sin que en sus posteriores trabajos haya tenido la oportunidad de arriesgar tanto como entonces. Por fin cuenta en «Matar al mensajero» con un material que pone a prueba su grado de compromiso con la verdad, gracias a que tiene la oportunidad de hacer justicia a la memoria del sacrificado periodista Gary Webb. «Matar al mensajero» ha sido posible también por la implicación personal en el proyecto del actor Jeremy Renner, que además de encarnar a Webb ha sacado adelante la producción, reuniendo en torno suyo un impresionante reparto coral con tan solo cinco millones de dólares presupuestados. Renner consigue un extraordinario parecido físico con el verdadero reportero, al que interpreta en el estilo combativo de los thrillers políticos estadounidenses de los años 70. Aunque la acción se sitúa dos décadas después, la investigación periodística que lleva a cabo el protagonista se centra en la era Reagan. La tensión que soporta este hombre no proviene de una trama de suspense, sino del peligro constante que corre su vida al revelar información secreta de la CIA. A pesar de contar con fuentes fiables, la presión mediática que sufre es tal que de nada le sirve estar en lo cierto. Van a por él, lanzando una campaña de desprestigio público de su persona y valía profesional. El tiempo acabará dándole la razón, pero tarde y mal, ya que los portavoces oficiales utilizarán el escándalo del caso Clinton-Lewinsky para que la noticia pase desapercibida. En «Matar al mensajero» está contenido el relato verídico del libro de Gary Webb «Dark Alliance», en el cual se demuestra paso por paso cómo la CIA financió la Contra en Nicaragua con el dinero del narcotráfico, introduciendo la droga en los barrios de población afroamericana.