Competir con dignidad y también con argumentos

«Estamos compitiendo con dignidad y hemos sumado veinte puntos, que creo que está bien para un recién ascendido», resumió Gaizka Garitano a la conclusión del encuentro frente al Valencia, reconociendo su satisfacción por el debut del Eibar en Primera. Y acertó de pleno porque los primeros pasos del conjunto azulgrana en la máxima categoría están siendo, efectivamente, dignos e ilusionantes. Y no es solo una cuestión de sensaciones.

Con 16 jornadas disputadas, el Eibar no es solo el mejor de los tres equipos que lograban el ascenso de Segunda la pasada primavera -el Deportivo tiene siete puntos menos y el Córdoba, penúltimo, nueve menos que los armeros-, es incluso el mejor recién ascendido de todas las grandes Ligas europeas. Y, más importante aún, los precedentes indican que solo una segunda vuelta desastrosa le apartaría de la permanencia. Un objetivo que parecía difícilmente alcanzable cuando arrancó la temporada pero que los azulgranas han convertido en una meta factible jornada a jornada.

Con cinco victorias, cinco empates y media docena de derrotas -cuatro de ellas frente a los cuatro primeros equipos de la tabla-, el Eibar cierra la 16ª jornada, a tres de que concluya la primera vuelta, prácticamente con la mitad de los puntos que necesita para mantenerse en Primera. En la última década, la media de puntos mínimos necesarios para salvarse del descenso ha sido de 40'4. Menos incluso necesitaron el Celta hace dos años (37), el Málaga en 2010 (37) y el Mallorca un lustro antes (39). Aunque también ha habido temporadas en las que la permanencia se cotizó bastante más alta: Mallorca y Getafe necesitaron alcanzar los 44 puntos hace cuatro campañas, cuando el Deportivo caía a Segunda con 43. El gallego es uno de los cuatro equipos que ha descendido en la última década con 40 o más puntos: lo hizo el Villarreal en la 11/12 con 41, el Betis en la 08/09 con 42 y el Zaragoza una temporada antes con los mismos 42 puntos.

Mantener el ritmo

Los cuatro, además, acabaron cayendo como consecuencia de una mala segunda vuelta porque, a estas alturas del curso, estaban fuera del descenso. El Zaragoza, sin ir más lejos, tenía en la 16ª jornada de la 07/08 los mismos veinte puntos que tiene ahora mismo el Eibar y acabó bajando a Segunda con 42.

Una excepción, afortunadamente. Prácticamente la totalidad de los equipos que, en esta última década, han llegado a esta jornada con una trayectoria similar a la de los azulgranas, ha permanecido en Primera. Solo han roto la norma el Celta, que en la 16ª jornada de la temporada 06/07 era 12º con 21 puntos y acabó descendiendo con 39; y el Zaragoza en dos ocasiones, en 2008 y 2013.

Rivales directos

El Eibar tiene otro motivo más por el que afrontar el nuevo año con confianza. La mayor parte de sus puntos los ha conseguido ante equipos que se sitúan por debajo o, a lo sumo, a su altura en la clasificación. Es decir, puntos especialmente apreciados por lo que pueden suponer a final de temporada. Cuatro de sus cinco victorias las ha cosechado ante rivales ahora mismo por debajo en la tabla -Real, Elche, Rayo y Almería- y la quinta contra un Celta con el que comparte puntuación.

Todo lo contrario sucede con sus derrotas. Cinco de las seis se han producido contra escuadras de la zona alta de la clasificación -Atlético, Barcelona, Málaga, Real Madrid y Valencia-. De la zona baja, solo el Deportivo ha sido capaz de derrotar a la escuadra azulgrana.

Motivos para la esperanza, en definitiva. También la de Garitano, que admite que lo que viene será «muy duro» pero advierte que «también lo será para los que se enfrenten al Eibar».