2015 URT. 11 EIBAR | Triunfo azulgrana Ipurua sufre y también disfruta Aunque acabó pidiendo la hora, el Eibar celebró su segunda victoria consecutiva, con la que alcanza los 26 puntos. Amaia U. LASAGABASTER EIBAR 2 GETAFE 1 Le preguntaban a Gaizka Garitano en la víspera de la visita del Getafe qué había aprendido del doble duelo previo frente a los azulones. No tuvo demasiadas dudas. Su equipo debía aplicar la misma fórmula a la que se aferra en todos sus partidos, más allá del resultado: competir, ambicionar, sufrir. No lo había hecho el Eibar en la eliminatoria copera, o no al menos al mismo nivel al que lo viene haciendo en su inmaculada trayectoria en Liga, y el resultado fue tan contundente como la convicción del entrenador vizcaino. Dos derrotas y una imagen francamente mejorable. Todo lo contrario de lo que sucedió ayer. Con otros mimbres, todo hay que decirlo, porque Garitano alineó a su once de gala -o a una de sus variantes porque Mikel Arruabarrena, ausente la semana pasada por sanción, no jugó de inicio-. Que lo es porque se lo ha ganado pero que también por ese motivo parte, a estas alturas de la temporada, con una ventaja respecto a los futbolistas con menos minutos: se conoce y tiene mayor ritmo de competición. Y ofrece exactamente eso que pedía su entrenador la víspera. Competición, ambición y capacidad de sufrimiento, que también le hizo falta. Y calidad, aunque haya quien se la niegue a este equipo, porque el gol que dio los tres puntos a los azulgranas fue tan magnífico como la mayoría de los que ha marcado este curso. E idéntico al que la campaña pasada le valió el empate en Riazor, en aquel encuentro de tan grato recuerdo. El Getafe sí se pareció más al que logró la clasificación copera ante los armeros. Pero esta vez su rival no le dejó hacer tanto. El conjunto madrileño, además, fue muy consciente de los problemas que encuentra el Eibar en casa ante adversarios bien armados y supo replegarse en torno a Codina cuando su anfitrión tuvo el balón, lo que provocó que, al menos en el primer tiempo, el dominio territorial fuera del cuadro azulgrana y las ocasiones, contadísimas. El equipo de Garitano, efectivamente, se siente más cómodo como visitante, cuando la obligación de sus rivales a llevar la iniciativa le deja más espacios en el camino a la portería. Pero no por eso desespera. El Eibar se tomó la tarea con paciencia sabiendo que, al menos, mientras el balón estuviera en sus pies, Xabi no sufriría. Pizarra y videoteca Tampoco lo hizo demasiado Codina, todo hay que decirlo, pero antes de que le diera tiempo a entrar en calor, los armeros ya se habían puesto por delante. Solo una llegada de Manu, nada más comenzar el choque, y un remate complicado de Bóveda, mediado el primer tiempo, habían incomodado al guardameta azulón. A la tercera llegó la vencida. Faltaban doce minutos para el descanso cuando Piovaccari forzó una falta cercana al área. El Eibar tiró de pizarra y de videoteca. Como en Riazor hace ocho meses, Dani García puso el balón en movimiento elevándolo y Manu del Moral ejerció de Jota para adelantarse a la defensa y firmar el 1-0. Lo más difícil estaba hecho. Solo el Villarreal ha sido capaz esta temporada de neutralizar la ventaja de los azulgranas en el marcador, para acabar empatando, pero nadie ha podido completar la remontada. Tampoco lo haría el Getafe. Sobre todo porque en la reanudación, un Eibar que ya en la primera parte había ido de menos a más, mantuvo su progresión y salió con ganas de sentenciar. Esta vez necesitó mucho menos tiempo. Apenas cinco minutos para que Piovaccari asistiera desde la izquierda, Capa colocara el balón a su gusto e Ipurua disfrutara con el segundo gol de su equipo, el que salvo cataclismo le iba a permitir encadenar, por segunda vez este curso, dos victorias. No hubo tal cataclismo. Aunque Quique Sánchez Flores dio entrada de inmediato a Sarabia, Pedro León se mantuvo como único faro ofensivo, al menos hasta la entrada de Diego Castro, y su luz solo destelló con intermitencia ante un Eibar que dominaba y buscaba el tercero a la contra. Pero la noche no solo fue de rosas. Manu y Piovaccari se retiraron con problemas físicos, y gran ovación, mediada la segunda parte. Y lo que es peor, el Getafe le metió emoción a la recta final del choque. El tercer ingrediente de la fórmula, el de la capacidad de sufrimiento, también se hacía necesario después de que Diego Castro empalmara un duro chut desde fuera del área para acortar distancias a diez minutos del final. El mal no fue a mayores. Y aunque fuera con la respiración contenida por la estrechez del marcador y la ofensiva de los visitantes, Ipurua acabó disfrutando como solo había podido hacer en otras dos ocasiones, ante Real y Almería, en este brillante periplo por Primera. Garitano: «No hay que mirar ni arriba, ni abajo, sino adelante» Encantado con la imagen y con el resultado, pese al sufrimiento final, acabó Gaizka Garitano. «Estamos con confianza y eso nos lleva a hacer las cosas bien -explicó el técnico-, aunque también ha habido una fase que quizá hemos tenido demasiada confianza, hemos intentado hacer cosas que nos han llevado a cometer algunos errores... Y cuando nos han marcado hemos sufrido los cambios han sido forzados, teníamos poca frescura, y hemos acabado sufriendo. No han hecho ocasiones claras pero con el segundo gol parecía que el partido iba a ser un poco más cómodo y al final no ha sido así. Pero el equipo también ha hecho cosas muy buenas». El Eibar, además, cumplió con la principal exigencia de su técnico. «Es mi preocupación. Luego siempre espero ganar pero lo que quiero es que el equipo compita siempre. Y siempre es siempre, todos los partidos, todos los minutos. Luego jugamos mejor o peor, ganamos o no, pero el equipo no se relaja, siempre está puesto y tenemos que seguir así. Quizá es lo que tenemos que no tienen los demás equipos». Esa característica ha llevado a los armeros a sumar ya 26 puntos, con los que están «contentos. Pero tenemos que seguir mejorando. Si pensamos que somos algo, nos van a meter rápido. Hay que disfrutar de esta victoria pero seguir trabajando». Y ni pensar en mirar a la clasificación. «Siempre les digo a los jugadores -explicó Garitano- que no hay que mirar ni arriba ni abajo, sino adelante. No tenemos que mirar la clasificación, sino mirar adelante y seguir con nuestro camino. Pensar que hay mucho por hacer y cosas por mejorar. Y a partir de mañana trabajaremos en eso, en mejorar lo que hacemos peor y en potenciar lo que hacemos mejor para seguir adelante», insistió. Quique Sánchez Flores, por su parte explicó que había vivido el «partido que preveíamos», aunque con un desenlace diferente. «Podíamos haber elegido jugar como en la segunda parte pero creíamos que era dar mucha ventaja al Eibar en un partido muy físico, con mucha disputa... Pero hemos cometido un error a balón parado que nos ha condicionado mucho. Además, en el primer tiempo hemos estado incómodos sin balón. Luego hemos mejorado pero nos hemos quedado sin tiempo». En cuaquier caso, el técnico azulón destacó que el Getafe se había enfrentando a «un rival que nos ha exigido mucho». Un Eibar que «ha tenido una adaptación muy buena a Primera, como la tuvo el año pasado a Segunda. Un grupo construido desde el compromiso y con las ideas muy claras, que tiene nervio, tiene actitud y compite muy bien. Hace las cosas simples y bien. Es admirable». A.U.L. Albentosa se retira emocionado y ovacionado por el público Su presencia en el once era una de las grandes incógnitas de la noche. Se desveló tres cuartos de hora antes del inicio del choque, cuando se hacían pública la alineación del Eibar. Raúl Albentosa regresaba al equipo. Para disputar el que, probablemente, haya sido su último encuentro como jugador azulgrana. Era muy consciente la afición, que coreó su nombre en repetidas ocasiones y le dedicó una sonora ovación a la conclusión del partido. El central se retiró emocionado, devolvió los aplausos al público y, al ser preguntado sobre el mismo terreno de juego si aquello podía considerarse una despedida, admitió que «hay cosas pero todavía no está hecho». Tampoco se mojó más de la cuenta Gaizka Garitano, que recordó que Albentosa sigue siendo a día de hoy jugador del Eibar pero sus palabras también resultaron bastante reveladoras. «Yo no sé nada. He visto los periódicos y todos decían que se iba pero yo le he visto en los entrenamientos y hoy en el partido. Y es muy grande, se le ve fácil», ironizó, aunque añadió que «ha hecho un partido muy bueno. En una situación como la que tiene, hacer ese partido dice mucho del futbolista y sobre todo de la persona». Salvo sorpresa mayúscula, Albentosa, que llegaba al Eibar en verano de 2013 procedente del Cádiz para convertirse en uno de los baluartes del ascenso de los armeros a Segunda y de la gran temporada que está cuajando el equipo azulgrana en Primera, firmará esta próxima semana un contrato por tres temporadas y media con el Derby County, de la Segunda división inglesa. El equipo británico deberá abonar 600.000 euros por la cláusula de rescisión del jugador, algo que podría suceder mañana mismo. A.U.L.