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PRIMERA FEMENINA Derbi en Zubieta

Nekane prolonga la maldición txuriurdin


REAL 1

ATHLETIC 1

Un minuto separó a la Real del alegrón. Un solo minuto, algo que se ha convertido ya en una mala costumbre, le impidió celebrar su primer triunfo en dos meses y medio. Fue Nekane la que, fiel a su cita con los derbis -el de ayer fue su séptimo gol en los enfrentamientos ligueros entre rojiblancas y txuriurdines-, restableció en el último suspiro del encuentro un empate que prolonga la maldición realista, impidiéndole disfrutar del balón de oxígeno que ya acariciaba, y salvando un punto que de poco, o nada, sirve a la escuadra vizcaina.

El gol visitante se hizo esperar porque, entre otras cosas, la Real no realizó demasiadas concesiones durante la primera hora larga de partido. La necesidad espoleó a las donostiarras que, sin embargo, tuvieron el temple suficiente para buscar la portería de Ane Otxoa con bastante orden. Hubo también fases del primer tiempo en las que el Athletic, menos presionado, impuso su juego. Pero la balanza de ocasiones se inclinó del lado local por cantidad y calidad.

Solo en la recta final del primer tiempo consiguieron las vizcainas acercarse con cierta frecuencia e intención al área local pero, a efectos prácticos, el resultado fue el mismo que el de su anfitrión.

Tras haber ido perdiendo fuelle en la primera parte, la Real aprovechó el descanso para tomar aire y volver a saltar al campo mandón, incisivo. Y esta vez, además, estuvo acertado. A los seis minutos de la reanudación, en el segundo córner consecutivo para las blanquiazules, Leire Baños remataba desviado desde la frontal y Ane Bergara metía el pie lo justo para desviar la portería. No fue el gol más bonito del año pero sí uno de los más esperados. No hubo más que ver cómo se celebró por un equipo necesitado de alegrías, que con el tanto de la beratarra se vio mucho más cerca de su objetivo. Y se vino arriba, consciente de que el pasito atrás estaba prohibido ante un equipo como el Athletic. Buscó la sentencia a la contra, aprovechando los peores momentos de su rival, pero como es habitual lo hizo con más ganas que acierto.

Y le pasó factura. Lo hizo la falta de definición en los últimos metros y también lo hizo la situación. Aunque había renunciado de inicio a la protección exclusiva de su ventaja y buscó la sentencia a la contra, con el transcurso de los minutos, conforme las fuerzas iban menguando, a la Real le empezó a entrar el miedo a perder el tesoro que ya tenía entre manos. Las rojiblancas pusieron su granito de arena, claro. Vieron lo que se mascaba allí y dieron un pasito adelante, provocando los sudores de su anfitrión. Juan Luis Fuentes tiró de banquillo para reforzar la dirección que iba tomando el choque y fue refrescando a todo su ataque.

Así que, conforme se acercaba el final, a Mariasun se le fue acumulando el trabajo. Se agarraban las guipuzcoanas a su mínima ventaja con uñas y dientes -Ane Bergara llegó a sacar bajo palos un remate de Nekane-, despeseradas por la lentitud con la que se movía el reloj y la velocidad a la que lo hacía su rival. Se temían lo peor, tantas veces visto esta temporada. Y tenían razón, porque volvió a suceder. En el minuto 89, Yulema Corres firmaba una gran acción por la izquierda para que Nekane rematara desde el punto de penalti.

Alegría visitante, pese a que el punto mantiene al Athletic lejos de la pelea por el título, y desesperación local, con la Real anclada al fondo de la clasificación.