Como un documental de la 2

Anodino GP de Brasil en el que ni siquiera el subcampeonato final de Rosberg animó la penúltima carrera.

Decepcionó el GP de México y más de lo mismo se vivió en el Inter Lagos de Brasil, la segunda pista más corta después de Mónaco y con menos público del esperado en los graderíos. A media tarde hora europea, volvió a ser lo más parecido a un documental de la 2 de Televisión española, donde la incertidumbre de ver si el guepardo consigue cazar a la frágil gacela tiene tanto como conocer si Rosberg acabaría por delante de Hamilton como nuevo subcampeón.

¿El Mundial de Fórmula 1 más aburrido de la historia? Es lo que muchos barruntaban hace tiempo. Y si no, basta con remitirse al podio final a falta de un circuito por recorrer: Mercedes gana el galardón a la mejor escudería y sus dos pilotos acabarán primero y segundo: victoria número 44, podio número 93, tercer doblete consecutivo de los 27 en total... Ayer, el himno alemán sonó en Brasil con Nico Rosberg en lo más alto del escenario, por delante del ya tricampeón Louis Hamilton. Nada nuevo bajo el sol brasileño, con Sebastian Vettel de invitado y aliviado porque «estamos más cerca de Mercedes que en otras carreras en cuanto a ritmo».

Rosberg y Hamilton compartían primera línea por 14ª vez esta temporada, con Fernando Alonso último –lleva 180 puestos de sanción este curso– tras romper el motor tras solo dos vueltas en la previa. «Ya falta solo una, que llegue rápido y a 2016», rezaba el de Don Pelayo. El asturiano acabaría finalmente 16ª, por detrás de Button –calamitoso lo de McLaren–, que ya es bastante lo de acabar, mientras el otro piloto español, Carlos Sainz Jr, se veía obligado a retirarse por problemas en su motor en la primera vuelta. «A ver si el año que viene tenemos un año limpio», se mostraba apesadumbrado.

Pero el interés estaba puesto en si Nico conseguiría certificar su subcampeonato e impedir de paso la victoria del inglés en Inter Lagos, y así fue. Hamilton lo intentó, dijo después, pero su compañero iba demasiado rápido. Al final, fuegos de artificio entre los dos Mercedes y victoria fácil, en una prueba que contrariamente a lo que suele ser el circuito paulista, resultó anodina, con casi todo definido desde la misma parrilla de salida, y eso que fue la carrera con más doblados del año, todos excepto los Mercedes y Ferrari. Solo un espectacular Max Verstappen con un adelantamiento antológico a Sergio Pérez por fuera en la ‘S’ de Senna puso algo de emoción momentánea entre los espectadores. También el ídolo local Felipe Massa dejó algunos adelantamientos de mérito, para acabar octavo. El otro instante emotivo, cuando los pilotos recorrieron la pista con la bandera francesa y un lazo negro, en homenaje a las víctimas de París, pero también un minuto de silencio por los fallecidos en accidentes de tráfico.

La temporada del ‘Gran Circo’ de la F1 está vista para sentencia a falta del Gran Premio de Abu Dhabi el próximo día 29. ¿Otro documental de la 2?