Beñat Zaldua
Barcelona
Elkarrizketa
Joan Subirats
CATEDRÁTICO DE CIENCIA POLÍTICA EN LA UAB

«Es la primera vez que se considera al sistema político como parte del próblema»

Como estudioso de las políticas públicas y la innovación democrática, Joan Subirats, catedrático de Ciencia Política en la Universitat Autónoma de Barcelona, ha seguido con interés el surgimiento y la evolución del 15M, fenómeno que prefiere calificar de acontecimiento antes que de movimiento. En esta entrevista nos da algunas claves para entenderlo.

Joan Subirats.
Joan Subirats.

¿Qué es el 15M?
Es un acontecimiento, más que un movimiento, que logra reunir muchos aspectos críticos que habían estado presentes en anteriores momentos, pero no de manera tan explícita. Es una mezcla de la frustración ante los canales representativos tradicionales y del uso de unos canales nuevos para aflorar el descontento. Por lo tanto, es la expresión de una acción conectiva y, al mismo tiempo, es un ataque al sistema representativo. Supone también un gran cambio, porque es la primera vez en la que un conjunto de personas no se relacionan con el sistema político pidiendo que cambien cosas del sistema político, sino que consideran que la política forma parte del problema y no de la solución.

¿Ve que el 15M pueda pasar de acontecimiento a movimiento?
No está claro que vaya a pasar. En el momento en el que se quiera ir del acontecimiento al movimiento, creo que se perderá fuerza expansiva y capacidad de movilización. Se trata de una plataforma de expresión, no de una estructura organizativa con portavoces, estatutos, programa, etc. Es una plataforma en la que mucha gente, con lógicas distintas, puede expresar su descontento de manera abierta, transversal y participativa. Lo que deberíamos ver es cómo ese acontecimiento influye en los movimientos a la hora de generar cambios. El caso más emblemático quizás sea el de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. El 15M ha alimentado a la PAH y la PAH ha alimentado al 15M.

Partidos, sindicatos y analistas diversos han jugado, según el momento, a ignorar, domesticar, reprimir o dar por muerto el 15M. ¿Pero han entendido de qué se trata?
Yo creo que siguen pensando que es algo muy circunstancial con lo que, además, no saben ni cómo interlocutar. Me acuerdo que, después del 15M de hace un año, un político llamó a una persona, que me comentó que le dijo: ‘oye, con quién tengo que hablar yo de esta gente, qué es lo que quieren y cómo les podemos incorporar’. Son tres preguntas equivocadas. Se trata de una acción conectiva muy difícil de incorporar a los paradigmas clásicos con los cuales operan las organizaciones tradicionales.

¿Ha conseguido marcar agenda política el 15M?
En parte sí. Por ejemplo, es curioso que un partido como el socialista, que ha estado muchos años en los gobiernos de España, nunca se hubiera preocupado por el sistema electoral hasta que, evidentemente, estuvieran a punto de perder las elecciones, pero también ante las críticas que se vertían desde el 15M sobre la forma de funcionar del sistema electoral. El tema de las hipotecas es otro caso. La exigencia de transparencia también es mucho más presente ahora que hace un año. Yo creo que los impactos son bastante espectaculares.

¿Qué futuro le augura?
La capacidad de incidencia del 15M vendrá determinado por su globalización y por su localización. Me explico: localmente se han creado núcleos que han logrado conectar a gente que nunca había estado conectada, desde asociaciones de vecinos a jubilados, sindicalistas, parados o jóvenes. Si logran mantener esas plataformas, se van haciendo acciones que vayan manteniendo en vida el acontecimiento y, al mismo tiempo, se globaliza y busca cierta agenda global en el tema del cambio en las formas de operar de las políticas democráticas, creo que se puede mantener vivo el 15M.

Honi buruzko guztia: 15M