
El Team Sky dejó bien encaminado el triunfo final en París tras la exhibición de Bradley Wiggins en su primera victoria en el Tour y Chris Froome en la crono individual de 41,5 kilómetros. Ocuparon las dos primeras posiciones y marcaron unas diferencias mayores de las esperadas con respecto al resto de los favoritos, que deberán pelear por la tercera plaza del podio salvo que suceda algo extraño en las 11 etapas que restan.
Puede parecer precipitado dar un Tour casi por sentenciado antes de afrontar Alpes y Pirineos, pero es difícil apostar por algo que no sea un corredor del Sky en lo más alto del podio en París. Puede fallar uno de los dos, cosa que no parece probable, pero si hay que apostar por algo ahora es por un doblete Wiggins-Froome. Ellos y su equipo han demostrado que son los más fuertes y su mayor rival, Evans, evidenció ayer estar peor que el año pasado y no se cumple su esperanza de que iba a ir a más en la misma proporción de que los Sky fueran a menos. Justo sucedió lo contrario.
En la pasada Dauphiné en 53,5 kilómetros Wiggins aventajó a Froome en 1.33 y a Evans en 1.43. Ayer el líder del Tour necesitó doce kilómetros menos para sacarle la misma distancia y su fiel escudero le metió 48 segundos más. En la primera referencia en el kilómetro 16,5, en subida, Wiggins ya le sacaba 1.02 al australiano, que fue de menos a más. Y los Sky aún tienen la crono de 53,5 kilómetros del penúltimo día para cobrar aún más tiempo si lo necesitaran.
Un plato asimétrico de 56 dientes
Porque Wiggins firmó un recital con una bicicleta en la que llamó la atención el plato asimétrico de 56 dientes que utilizó. Dentro de los estudios y del afán perfeccionista del Sky, han llegado a la conclusión de que con ese plato Wiggins gana tres segundos por kilómetro y eso, unido a una postura perfecta en la bicicleta, trabajada en los diez años en los que se centró en la persecución en la pista, le sitúa con una ventaja demasiado importante. El Tour será suyo salvo que se venga abajo en la alta montaña, que parece difícil porque los finales en alto también parecen diseñados por él.
Además Wiggins ha estado a la altura de los mejores en la montaña en todas las pruebas que ha disputado este año. Solo Froome dio la sensación el sábado de estar mejor que él, pero dejó claro que en su equipo no tendrá ningún rival a pesar de lo sucedido en la Vuelta. Ya es tercero en la general y sería segundo de no mediar el pinchazo que le hizo perder tiempo.
La crono vino a confirmar lo que dejaron entrever las dos etapas de media montaña del fin de semana, que son los dos hombres más fuertes del Tour y a una distancia demasiado grande se encuentran Evans y Nibali. El italiano fue junto los Sky el que mejor estuvo en la crono, al quedar a solo 24 segundos del australiano y adelantar a un especialista del nivel de Menchov. Los cinco han sido los más fuertes en todos los terrenos hasta ahora y por detrás de ellos está Haimar Zubeldia, en la sexta plaza de la general, tras acabar decimotercero en una de sus mejores cronos en el Tour.

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