El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha animado a la comunidad internacional a actuar para detener la crisis en Siria y ha asegurado que poner fin a los abusos de los derechos humanos que cometen las partes involucradas en el conflicto «es el deber de nuestra generación», así se ha expresado en la apertura de los debates públicos del 67 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

El máximo responsable de la ONU ha lamentado que la situación en Siria «empeora cada día» y ha lanzado su enésima llamada a la acción de los miembros del Consejo de Seguridad ante «una calamidad regional con ramificaciones mundiales».

Ban ha alertado del impacto humanitario de la crisis dentro y fuera de Siria y ha pedido que se ponga fin al suministro de armas tanto al régimen de Bachar al Asad como a la oposición, para que se ponga en marcha «una transición liderada por los sirios tan pronto sea posible».

Durante su discurso ante la Asamblea, el secretario general ha dedicado un espacio a Oriente Medio y ha vuelto a defender el derecho de los palestinos a tener «un Estado viable propio», pero también el de Israel a «vivir en paz y seguridad».

Ban se ha referido también a las tensiones entre Irán e Israel y ha condenado «el lenguaje de deslegitimación y amenazas de una posible acción militar».

El diplomático, que en su discurso ha mostrado su «grave preocupación» ante las situaciones en Afganistán, la República Democrática del Congo, el Sahel, Sudán y Sudán del Sur, también se ha referido a las olas de protesta en el mundo árabe por la película sobre Mahoma.