La Oficina de Aduanas, Inmigración y Cuarentena de la localidad surcoreana de Paju ha indicado que las autoridades norcoreanas han vuelto a impedir el acceso de trabajadores y vehículos surcoreanos a Kaesong, de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap.
Ayer, el Gobierno norcoreano notificó al Ministerio de Unificación surcoreano que a partir de ese momento prohibirá la entrada de trabajadores surcoreanos a Kaesong, aunque permitirá volver al país a los que ya se encuentran allí.
Cuando el régimen de Pyongyang anunció la medida había unos 800 trabajadores surcoreanos y siete extranjeros en Kaesong, de los cuales solamente han regresado 33, aunque se espera que hoy vuelvan 222. Al parecer, las empresas están pidiendo a sus empleados que permanezcan en el complejo industrial para no interrumpir la producción.
Por su parte, el ministro de Defensa, Kim Kwan Jin, ha advertido de que el Gobierno de Park Geun Hye está analizando todas las opciones, «incluidas las militares», para garantizar la seguridad de los trabajadores surcoreanos de Kaesong.