El alcalde Iruñea, Enrique Maya, ha valorado en rueda de prensa el transcurso de estos sanfermines, que este domingo concluyeron con el tradicional ‘Pobre de Mí’. La comparecencia no ha estado exenta de polémica, ya que el primer edil iruindarra ha sido preguntado sobre las agresiones ocurridas durante el día del chupinazo. En concreto, ha sido interpelado por la imagen de algunas mujeres semidesnudas sobre los hombros de varios hombres mientras eran toqueteadas por la gente, o cómo a una de estas chicas le fue arrancada la ropa durante el transcurso de esa jornada.

Estos hechos han creado polémica en diferentes sectores sociales y feministas, que han asegurado que se trata de agresiones sexistas. Maya, sin embargo, no lo ve así. Las de la jornada del txupinazo no son, a su juicio, agresiones sexistas, aunque ha reconocido que reflejan una imagen errónea de los sanfermines. De imagen también ha hablado a los periodistas presentes, a quienes les ha hecho responsables de ser el espejo de la imagen que se pueda transmitir al exterior.

Maya ha apuntado que en total ha habido ocho denuncias relacionadas con la violencia machista, pero que «ninguna ha tenido lugar en recintos festivos», si no que todas ocurrieron dentro de viviendas.

El mayor problema, la ikurriña

El alcalde de Iruñea ha hecho hincapié en la colocación de una gran ikurriña en la Plaza del Ayuntamiento pocos minutos antes del chupinazo, un hecho que obligó a retrasar el inicio oficial de las fiestas. «La ikurriña ha sido el mayo problema», ha señalado.

Ha afirmado que están investigando en la búsqueda de las personas que colgaron la bandera, a quienes ha acusado, al mismo tiempo, de querer arruinar las fiestas.

«Para todas las personas que amamos las fiestas de San Fermín y que entendemos el respeto a las tradiciones y las costumbres de Pamplona como algo sagrado, la colocación de una bandera tapando la fachada consistorial y boicoteando el comienzo de las fiestas es un acto despreciable y mezquino, un ataque a la ciudad y un intento de imponer un sinsentido en un acto lleno de significado para todos los pamploneses», ha afirmado.

Encierros

En los ocho encierros de este año han participado 17.813 personas, un 13,82% menos que en 2012, cuando corrieron 20.669, según cifras que se obtienen mediante fotografías de los tramos y cálculos basados en cuadrículas.

El encierro más concurrido fue el del día 7 de julio con 3.900 corredores, seguido del día 8 (2.591 corredores), el día 12 (2.138) y el día 9 (2.093). El 13 de julio y el 10 de julio corrieron 1.932 y 1.913 personas, respectivamente, el día 11 un total de 1.852 personas y el día 14, a pesar de ser domingo, fue el menos concurrido con 1.394 personas.

Maya ha resaltado como uno de los aspectos negativos de las fiestas el montón de corredores que se produjo el día 13, que creó momentos de «mucha tensión», aunque «afortunadamente» no se produjeron víctimas mortales.

Durante años, ha apuntado, el sistema utilizado con las puertas de acceso a la plaza, una de las cuales se cerró completamente el día 13, ha funcionado sin problemas, pero este año falló y por ello, ha anunciado, ya en setiembre se va a convocar una reunión de la Mesa del Encierro para estudiar este y otros aspectos mejorables de la carrera.

Participación

Por el contrario, Maya ha valorado especialmente la alta participación en los 437 actos programados durante las fiestas, la mayor parte (más de 849.000 espectadores), en espectáculos multitudinarios como los fuegos artificiales (unos 462.000), en el recorrido de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos (225.000), en el toro de fuego (unos 90.000) y en espectáculos taurinos (15.000).