Iñaki Soto
Donostia

Sí o sí, aquí también

Hoy y aquí la única alternativa real a ser constantemente ninguneado, humillado y arrastrado a inercias demenciales es ser un Estado independiente en Europa; una nación responsable de sus errores y de sus aciertos. Sí i Sí.

Iñaki Soto.
Iñaki Soto.

Cada cierto tiempo recuerdo las manifestaciones de la anterior década en las que, ante las cargas de la Ertzaintza contra la multitud, la gente gritaba aquello de «Hau al da Ibarretxe Plana?» (¿Este es el Plan Ibarretxe?). Hoy, al ver a los representantes de los partidos democráticos catalanes anunciando solemnemente la fecha y la doble pregunta del referéndum, aquel grito ha vuelto a mi cabeza. ¿Sería algo así en lo que pensaba Ibarretxe cuando se empeñaba en decir que, sí o sí, haría la consulta que había prometido realizar?

No lo sé, e Ibarretxe nunca lo ha aclarado. Sí creo, sin embargo, que esto era precisamente lo que temía Josu Jon Imaz aquel día en el Parlamento: un movimiento social en favor del derecho a decidir tal que obligase a los partidos políticos a posicionarse claramente a favor de este. Una dinámica fuera del control partidario. También creo que eso es lo que da pavor a los actuales dirigentes del PNV: un movimiento político de base, amplio, que desde todos los ámbitos de la sociedad, desde la economía hasta la cultura, apoye la mejor alternativa para su pueblo, la única alternativa real a ser constantemente ninguneado, humillado y arrastrado a inercias demenciales. Hoy y aquí esa opción significa ser un Estado independiente en Europa. Una nación dueña de su destino, responsable de sus errores y de sus aciertos. Sí i Sí.

Vista la reacción española es difícil asegurar que la consulta vaya a tener lugar tal y como fue presentada ayer. Lo que está claro es que, entre las amenazas de Madrid y el empuje de su sociedad, hasta el momento los líderes catalanes han adoptado la posición que les corresponde: representar a su ciudadanía y hacer frente a la imposición desde la democracia. Por el contrario, en nuestro caso no ocurrió eso. En vez de acuerdos de país, consulta y/o comicios plebiscitarios aquí hubo falta de altura de miras y parroquianismo. No es solo responsabilidad de Ibarretxe, no tuvo apoyos ni dentro de su partido ni fuera de él, pero su voluntarismo naif tampoco ayudó.

En su entrevista al diario «El Punt Avui» Arnaldo Otegi defendía la necesidad de una vía vasca, unilateral y que abra otro frente para la confrontación democrática con el Estado. «El proceso debe de ser sólido, popular, participativo, horizontal, democrático, abierto, y debe dilucidar el modelo de Estado y qué modelo social lleva incorporado. Esto es lo fundamental», afirmaba. Bai eta Bai.