Llega al Tour, que no entraba en sus planes a comienzo de temporada, con la moral que le dio ganar en la última carrera previa, el campeonato de España de fondo en carretera.

¿Es importante llegar al Tour tras una victoria?

Ganar siempre es difícil, no son muchas veces las que levantas los brazos y es una buena señal de que estás bien físicamente, de que llegó bien al Tour, lleno de moral, con ganas. Fue un día para recordar. Es una carrera diferente a las demás, éramos el equipo a batir, los que más corredores teníamos en carrera y todo el equipo estuvo fabuloso desde el primer kilómetro, trabajando para los que íbamos a disputarlo. Jugamos nuestras bazas. Probó Imanol, le cogieron y arranqué yo y pude llegar con la ayuda de Alejandro.

Tenía ganas de ganar para trasmitir una dedicatoria que guardaba desde hace mucho...

Tenía ganas de sacarlo de dentro, de levantar los brazos, de señalar hacia el cielo para dedicar a esas tres personas que no están entre nosotros -el ex compañero de Euskaltel Víctor Cabedo, el auxiliar Rufino Murgia y el amigo y jugador del Tolosa Urtzi Gurrutxaga-, compañeros de toda la vida y de la cuadrilla y quería dedicarla. Para mí fue un alivio.

Y además logró la medalla de plata en la contrarreloj...

Viendo el circuito sabía que podía tener alguna opción, pero había compañeros como Castroviejo, campeón del año anterior, Alejandro, Herrada y Erviti y Luis León, Eloy Teruel... Había gente de nivel y me salió una buena crono, pero Alejandro se salió del mapa y ante eso hay que quitarse el sombrero.

Valverde ha llegado muy fuerte...

Sin duda. Desde que empezó la temporada no ha parado de ganar y de hacer buenos puestos. Ahora, más que nunca, su objetivo principal del año es el Tour, tiene las ideas claras, le he visto en altura en el Sur y está preparado para subir al cajón.

¿Qué destacaría de él en su primer año como compañero?

Deportivamente hay que destacar la clase que tiene. Lleva muchos años en este deporte y en todos demuestra lo bueno que es. En la vida privada de la carretera, del hotel y de concentraciones destacaría que es uno más del equipo, que hace bromas, está con todos... Siendo un campeón, nos trata a todos igual porque somos compañeros, a nadie nos mira por encima del hombro y valora mucho el trabajo que haces.

No estaba previsto que hiciera este año el Tour...

Al inicio de temporada te ponen objetivos y carreras a corto plazo y luego a largo cambian las cosas. Al principio apuntaba más a la Vuelta, pero cambiaron de idea y he entrado en el plan del Tour. Me dijeron que estaba preseleccionado cuando fuimos a Sierra Nevada los que estamos aquí. Intentamos hacerlo lo mejor posible para llegar a Suiza y al campeonato y el trabajo del bloque ha dado frutos y estoy contento de correr la carrera más grande.

¿Qué espera del Tour?

Son 21 días y puede pasar cualquier cosa, pero hay que tener claro lo que vamos a hacer. El principal y único objetivo es meter a Alejandro en el cajón de París, hay que estar con él en todo momento, ayudarle al 100% y luego la carrera te pone en tu sitio. Si la carrera te da opción a buscarte la vida puede ser, pero en principio mi sitio es a su lado.

¿Le entraron dudas tras las etapas de montaña de Suiza?

Iba con ganas de hacerlo bien, con la idea de estar lo más adelante posible, pero las últimas dos etapas se me atragantaron. No pude dar el 100% y no sé por qué. Por las alergias o no sé, el cuerpo no iba bien y no pude estar adelante. En su momento le di vueltas en la cabeza, pero luego vi que había que olvidarlo. Sabía que estaba bien de forma y quise demostrarlo en el campeonato.

Demostró en su debut del año pasado que aguanta el Tour...

Fue mi segunda grande. No me lucí mucho, solo cogí una escapada, pero sí que noté que acabé bien el Tour. Fui a Polonia y pude hacer segundo. El ritmo del Tour acabando bien se nota.

Son nueve vascos de nivel en el primer Tour sin el Euskaltel...

Se ve que estos años se ha trabajado bien la cantera, ha salido una buena hornada de ciclistas y, viendo el palmarés de muchos, se ve que los vascos que vamos tenemos buen nivel. Hay de todo, escaladores, gente para trabajar en llano, luchadora... Siempre ha sido el ciclismo un deporte seguido en Euskal Herria, se nota al practicarlo y en profesionales se ve el trabajo.

¿Se valora al ciclista vasco como gregario fiel a sus líderes?

Se ve que teniendo un líder luchamos por hacerlo lo mejor posible tanto Beñat, Imanol y yo en Movistar o David López, Zandio y Nieve en el Sky tenemos gente que trabajaremos para los líderes y lo haremos lo mejor posible.

¿Qué espera de los primeros Pirineos tras el adiós de Euskaltel?

La gente irá. No coincide de la mejor manera porque son entre semana y sí que faltará ese sentimiento de equipo de país, esa marea naranja que hace unos años causó furor e impresionó a mucha gente. Pero creo que la gente euskaldun se identifica con el ciclismo y pasando cerca de casa en Pirineos, seguro que en las carreteras habrá ikurriñas y gritos de apoyo a favor de los vascos... y a los que no lo son.