NAIZ
KIEV

La OSCE accede al lugar donde cayó el avión de Malaysian Airlines

Un grupo de expertos de expertos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha accedido al lugar donde cayó el avión de Malaysian Airlines derribado por un misil en el este de Ucrania, aunque se ha quejado de las trabas que les han puesto los milicianos prorrusos. Kiev afirma que tiene «pruebas solventes» de que Rusia participó en el derribo.

Los investigadores de la OSCE hacen declaraciones a los medios. (Dominique FAGET/AFP)
Los investigadores de la OSCE hacen declaraciones a los medios. (Dominique FAGET/AFP)

Un grupo de investigadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) se ha internado en el campo abierto junto a la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk, donde permanecen desperdigados los cuerpos de las 298 víctimas del siniestro y los restos del avión derribado el jueves por un misil.

El grupo, al que ayer le fue denegado el acceso, ha logrado hoy visitar la zona a pie tras mantener una discusión con los milicianos armados que custodian el lugar, aunque los expertos se han quejado de las trabas que les han puesto los milicianos prorrusos.

«Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Aleksander) Borodai (líder de los insurgentes prorrusos)», se ha dirigido a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania.

Tras casi media hora de discusión, los investigadores se han resignado a seguir la ruta marcada por los milicianos, que les han impedido abandonar la carretera que corta en dos el descampado salpicado por los restos de la tragedia con el argumento de no obstruir el trabajo de los servicios de rescate.

La zona, a unos 80 kilómetros de Donetsk, ofrece un espectáculo dantesco. Un gran fragmento del fuselaje del avión deja ver claramente el emblema de la compañía aérea Malaysian Airlines, a la que pertenecía el avión supuestamente abatido por un misil tierra-aire.

Otros trozos más pequeños del aparato están diseminados en una amplia zona entre numerosos cadáveres de pasajeros que viajaban en el vuelo. La mayoría, 192, eran ciudadanos de Países Bajos, que se encuentra conmocionada por la tragedia.

Kiev acusa a Rusia

Estados Unidos y sus aliados de Occidente acusan a las milicias prorrusas de haber derribado el aparato, y el Gobierno ucraniano asegura tener «pruebas solventes» de que Rusia participó en el derribo del vuelo MH17 al proporcionar a los rebeldes no solo los sistemas de misiles que destruyeron el aparato, sino una unidad de especialistas rusos encargado de controlar la batería de armamento, según el jefe de los servicios de Contraespionaje de Ucrania, Vitali Naida.

«Este acto terrorista fue cometido con ayuda de la Federación Rusa. Sabemos con certeza que el equipo que manejaba el sistema tenía nacionalidad rusa», ha declarado Naida. Las pruebas, apunta, señalan a la existencia de tres sistemas de misiles guiados SA-11 ('Buk', según la denominación rusa), acompañados de un equipo formado por tres hombres.

Los tres sistemas, ha asegurado Naida, han sido devueltos a Rusia aprovechando la confusión creada tras el derribo del avión. El jefe de Contraespionaje ha distribuido a la prensa imágenes de los sistemas de misiles en diferentes localizaciones.

Borodai afirma que no han encontrado la caja negra

Por su parte, el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Aleksander Borodai, ha asegurado que ellos no han tocado la zona del avión malasio y ha expresado su inquietud por la descomposición de los cuerpos ante las altas temperaturas que afectan a la zona.

«Los cuerpos de personas inocentes yacen pese al calor. Nos reservamos el derecho, si continúan los retrasos, a iniciar el proceso de retirada de los cuerpos. Pedimos a la Federación Rusa que nos ayude con este problema y envíe a sus expertos», ha afirmado Borodai en rueda de prensa desde Donetsk.

Por otro lado, ha asegurado que no han sido localizadas las cajas negras del avión. «No se han encontrado las cajas negras y no vamos a tocar el lugar», ha insistido.