A falta de tres días para el inicio de la primera fase del mundial, representantes del Gobierno de Lakua, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbo han explicado que ya está todo preparado para recibir a los aficionados y a las delegaciones que participarán en el campeonato.

Hasta hoy se han vendido 108.000 de las 120.000 entradas emitidas para los partidos del BEC –el 69% adquiridas en el extranjero–, un evento que generará un impacto de 30 millones de euros en el PIB de la CAV y facilitará la creación de 314 puestos de trabajo directos y el mantenimiento de otros 581 empleos, según las cifras aportadas por el diputado foral vizcaino de Promoción Económica, Imanol Pradales.

Con el 90% de la ocupación hotelera ya reservada, se espera que 14.000 aficionados extranjeros acudan a los partidos del mundial, en su mayoría de Finlandia (cerca de 7.000 personas), seguidos de los procedentes de Estados Unidos (2.600) y Turquía (2.250), y en menor medida de Nueva Zelanda, Ucrania y República Dominicana, que son los seis países que jugarán en el BEC.
A todos estos aficionados habrá que sumar los integrantes de las delegaciones oficiales de los equipos participantes y a quienes puedan adquirir algunas de las entradas que aún quedan a la venta.

El muelle del Arenal, en Bilbo, se convertirá en uno de los puntos estratégicos del campeonato, con una «fan zone» de 8.700 metros cuadrados que permanecerá abierta durante los días que dure la fase del mundial en el BEC y en la que tendrán lugar actividades relacionadas con el mundo del basket.

Las calles y comercios de Bilbo y otras poblaciones vizcainas se vestirán con los colores y emblemas del campeonato, con 5.000 adhesivos de suelo con la forma de un gran balón de baloncesto para decorar los escaparates y las entradas a los comercios y 1.500 banderas con las insignias de las selecciones participantes, entre otros elementos publicitarios.

Un amplio dispositivo compuesto por 500 agentes de la Ertzaintza y otros 300 de la Policía municipal velará por la seguridad. En este aspecto, el director del gabinete de Alcaldía del Ayuntamiento de Bilbo, Andoni Aldekoa, ha explicado que lo que más le preocupa es «el control de las aficiones en situaciones de euforia» y ha especificado que la delegación estadounidense requiere de unas medidas «adicionales», aunque viajará con «sus propios mecanismos de seguridad».

Aldekoa ha llamado a «sacarle el máximo rendimiento económico posible al mundial» desde el punto de vista del comercio y la hostelería y ha abogado «el clima de fiesta de la Aste Nagusia y entremos en un ambiente profesional y económico. Pasemos del vaso de plástico al vaso de cristal», ha señalado gráficamente.