«Ni me gusta competir ni que nuestra sociedad se base cada vez más en eso»
A finales de setiembre de 2012, Lurra debutaba con un mini cedé de cinco canciones acústicas. De «Lurra» a su actual «Akatsa sisteman» han cambiado componentes y aspectos musicales, aunque la idea acústica, cierta melancolía y dinámica rítmica se mantienen y con mayor acierto.

A Iñigo Muguruza le preocupa el mundo, la tierra, las relaciones entre ciudadanos, el equilibrio, la justicia, la solidaridad... Lo muestra en sus texto, ideario, y en el propio nombre del grupo, Lurra, con quien acaba de publicar «Akatsa sisteman» bajo el sello 5Gora de Esne Beltza. Once canciones más una recuperación del disco anterior, «Lurraren blue note» en clave de dub, terreno jamaicano. «Hay cosas que no cambian», recuerda Muguruza al respecto y es que el reggae, el ska y el dub fueron parte pretérita.
En la primera pregunta que le realizamos a Iñigo Muguruza al respecto de su nuevo disco, «Akatsa sisteman», nos remite a un enlace donde se puede escuchar a José Mujica, presidente de Uruguay, hablar del mundo, de cómo va y que de seguir así nos lo cargamos. Los diez minutos de discurso pueden localizarse en Youtube fácilmente con el nombre del presidente y «Río+20», aunque también se le puede escuchar en términos similares en otro discurso acontecido en la ONU.
«Akatsa sisteman» es un disco más ambiciosos que su predecesor, tanto por la evidencia del número de temas como por composición, arreglos y sonar a banda, a proyecto sólido. Mantiene las claves: afinidad con lo acústico y la variedad estilística, pero sus canciones son más sólidas, además de contar con mayor vestimenta y un buen número de colaboradores que tiñen cada percepción con detalles brillantes, como la triki de Xabi Solano o la entrada de Petti en la demoledora «Heart blues».
Lurra son Iñigo Muguruza, Carlos Zubikoa y Xabier Dols (también miembro de Ácido C), los tres de Irun, más Ane Garcia, de Hondarribia los fines de semana y gasteiztarra de laboral, donde estudia traducción e interpretación. Ane ya sedujo en el debut con su amable y dúctil voz, pero aún ha mejorado más para este «Akatsa sisteman», por lo que la joven de 20 años escasos promete un futuro de cálidas canciones.
En «Akatsa sisteman» reposa un sutil combinado de quietud, tristeza reconfortante y algunos ritmos agitados, desde el ska camuflado al insinuante sonido brasileño/jazzy de «Izan», que nos recuerda los días de Astrud Gilberto, aunque Brasil se muestra más contundente en «Planeta Brazil», composición de Carlos Zubikoa, un enamorado del país.
Gran parte de la música actual tiende hacia la bulla botellera sin cabeza. Lurra apuesta por el camino contrario, y nos atrae. Lo logra con los ritmos medios de «Oinutsik» y similares, y los aún más sosegados de «Fennen», «Heart blues», «Izan» o «Gaiztotzen». Siempre con el permiso de «Munduaren aurrean», demasiado buena como para que su extrovertido aire no sea un hit.
¿Se podría decir que vive la música sin la necesidad de competir... ?
Es una actitud vital, ni me gusta competir ni que nuestra sociedad se base cada vez más en eso, tanto en el arte, como en el deporte, en la economía, la cultura... Me gustaría que le diéramos prioridad a otros valores, a la dignidad, la justicia social, el bienestar global, o -como dice José Mujica, presidente de Uruguay- a nuestra felicidad.
Lurra no es una banda de rock, al menos como la mayoría entiende el término, quizá de forma restrictiva. ¿Ha terminado pensando que el rock es bastardo, impuro, mucho circo...?
Bueno, con la incorporación de Xabi Dols (batería de Ácido C) a Lurra, podemos decir que hay canciones que se aproximan bastante al concepto banda-rock.No quiero ser desleal a mis raíces. Aunque toque la guitarra acústica en este grupo, muchas estructuras y arreglos de estas canciones tienen una base rock, blues, reggae, etc.
Da la impresión de que para «Akatsa sistema» ha querido ampliar el espectro tanto estilístico como de arreglos para darle más cuerpo, además de incorporar invitados.
Así es. He estado unos años volcado en la crianza de mis hijas, pues parece científicamente probado que los primeros 4 ó 5 años son los más importantes en el desarrollo infantil. Ahora con este disco retomo con seriedad mi faceta artística. Conozco el proceso: composición, grabación, mezclas, masterización, diseño, fabricación, distribución, presentaciones, etc. Y así como hicimos una «toma de contacto» con el primer maxi cedé ahora va «de verdad de la buena».
Diría que es un álbum sensual, de percepciones, de sensibilidades?
Pues sí. Ane Garcia es una gran letrista, además de tener una voz muy bonita y sensual. Los matices tienen mucha importancia en este disco. Como dice Kirmen Uribe en la preciosa hoja de presentación del disco: `Pienso que los detalles hacen bueno un trabajo artístico, y este disco está lleno de ellos, matices sonoros por un lado y letras impresionantes por otro'.
¿Se fuerza en algún sentido: acabar el disco para tal fecha, componer una canción cada mes...?
No es tanto así, pero hay algunas fechas como la feria de Durango, que han acabado por imponer una «fecha tope» para editar. Si no estás en Durango, chungo pastel... Por lo demás, no tenemos ese tipo de medidas tipo `componer una canción al mes' o similar.
El álbum es acústico, como en el disco debut, ¿le ha cogido mal rollo a la eléctrica?
No, no. La guitarra eléctrica es uno de los instrumentos más grandes que se han inventado. Me gusta mucho tocarla, pero el hecho es que cada vez oigo más música con guitarra acústica: world, folk, reggae, jazz...
Mucha gente piensa que si no se toca una eléctrica, una acústica es igual a otra, ¿qué guitarra usa y por qué?
Uso una Takamine que me vendió Ruper Ordorika. Su hermano Jonan fue técnico de Sagarroi y, además, tengo amistad con él. Un día charlando sobre guitarras me indicó que Ruper quería vender su Takamine [excelente guitarra de fabricación japonesa], y no me lo pensé. En directo llevo un ampli Fishman para acústica que me encanta como suena.
No es sencillo o no es humano convivir con este modelo económico-político, ¿«Akatsa sistema» es parte de su desahogo?
Así es. Lo que ya en la época de Kortatu llamábamos `derecho al pataleo'. La palabra Lurra tiene un sentido referente a Euskal Herria y otro planetario. Las letras de Ane son más intimistas, pero yo quiero hacer letras intimistas y me sale el cabreo de lo más íntimo de mí ser. No lo puedo evitar.
Hay canciones desoladoras (en el sentido más poético-musical), hermosas en su tristura ambiental, como «Heart blues» o «Izan». «La luna dormida» o «Fenneh», ¿se sientes cómodo en este tipo de texturas?
Muy cómodo. Me encanta cómo ha quedado el tema «Heart blues», con la colaboración de Petti y la batería con el ritmo pesado hacia atrás de Iban Larreburu. Cuando la ensayamos me da ganas de tirarme al suelo, del feeling que va cogiendo. Esta letra es la primera que escribió Ane en su vida, con 17 años solamente. «Izan» tiene un punto jazzie al estilo de Nouvelle Vague [grupo del Estado francés con inclinaciones diversas, una de ella relacionada con la bossa nova], que me gusta un montón también.
«Planeta Brazil» apuesta de hecho por la música brasileña.
Es una especie de interludio musical compuesto por nuestro bajista Carlos Zubikoa, amante de la música brasileña y de la música en general, como los cuatro miembros del grupo. Los samplers los seleccionamos de grabaciones que nos divirtieron `pescados' de internet.
«Gaiztotzen», tiene un aire a Ry Cooder...
Este tema también es de Carlos Zubikoa. En directo toco yo el bottleneck [Cilindro que recubre el dedo]. Aunque me gustaría tocarlo como Ry Cooder, uno tiene sus limitaciones, ja ja... Con tocarlo como Petti me conformaría.
Al suave y puntual sonido ska de «Fenneh» le ha dado más aire hasta convertirla en una gran canción pop.
Cuando estuvimos grabando este tema en Ereñozu, en el estudio de Pello Gorrotxategi [teclista de Esne Beltza], ya decidimos que fuera el primer single. No tiene una estructura complicada, pero en la mezcla con Kaki Arkarazo metimos muchas horas puliéndolo bien, para que quedara bien bonito. Lo habré oído 10.000 veces y no me cansa. En este disco hay varios temas que me ponen la carne de gallina y uno es este.
«Munduaren aurrean» es muy alegre en lo musical y dolido en el texto.
La magistral colaboración de Xabi Solano con sus trikitixas convierte el tema en candidato a oírlo en las fiestas, pero tiene una letra de las de `bailar con lágrimas en los ojos'. Posee la alegría de los acordes mayores y el ritmo ska, y la tristeza de una letra bastante desgarrada.
Como buen aficionado al cine, ¿nos recomienda alguna película?
La última que he visto ha sido «Lasa eta Zabala», imprescindible. Cuántas veces hemos dicho: «Si Ken Loach fuera vasco...». Bueno, pues aquí tenemos una `Agenda oculta' (de Intxaurrondo).

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