Un primer grupo de un centenar de personas han empezado a desembarcar en Palermo después de que fueran rescatados por el buque mercante ‘King Jacob’, mientras que se espera la llegada de otros cargueros, ‘Jf Caifer’ y ‘Ellensburg’, con más migrantes a bordo en las próximas horas, según ha comunicado la prefectura de la capital siciliana.

En esa ciudad desembarcaron ayer 1.169 inmigrantes, de los cerca de 8.000 que fueron rescatados en los últimos cuatro días mientras intentaban cruzar el Canal de Sicilia para llegar a las costas italianas.

La Guardia Costiera informó anoche que no se han localizado por el momento más cadáveres de las cerca de 400 personas que al parecer se ahogaron tras el naufragio de la embarcación en la que viajaban, según contaron los supervivientes.

Mientras, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, ha convocado una reunión el próximo 21 de abril del Consejo Superior de Defensa, en la que se analizará gestión de la llegada de migrantes.

En esa reunión se abordará también la seguridad de quienes les socorren, después de que ayer se informase de que un barco de traficantes disparó a la embarcación italiana que rescataba a los migrantes mientras se acercaba para recuperar la barcaza en la que habían viajado.

Otro de los problemas es el de la acogida, ya que los centros de identificación están repletos y muchos alcaldes de las localidades que reciben a los inmigrantes han advertido de que están desbordados.

Los presidentes de las regiones norteñas de Lombardía y Véneto, Roberto Maroni y Luca Zaia, respectivamente, ambos de la xenófoba Liga Norte, han amenazado con ocupar los centros, residencias o gimnasios donde se alojan a los migrantes rescatados.