Asier VERA
C. de GUATEMALA
Elkarrizketa
MIRIAM JOSEFINA DOMÍNGUEZ
DEFENSORA DE LA MUJER DE GUATEMALA

«La violencia contra la mujer no disminuye; aumenta cada año»

Guatemala registra cada día 232 casos de violencia contra las mujeres, de forma que en los primeros nueve meses del año más de 62.730 mujeres denunciaron ante el Ministerio Público (MP) haber sido víctimas de esta lacra que causa una media de 700 muertes al año.

Muchas de esas denuncias acaban archivadas y cada vez son más quienes recurren a la Defensoría de la Mujer para que presione, con el fin de que se reabra su caso y evitar que su agresor quede impune.

¿Cuál es el papel de la Defensoría de la Mujer de la Procuradoría de los Derechos Humanos?

La Defensoría de la Mujer es una institución a la que acuden las mujeres que ya recurrieron a todas las instancias y no han obtenido una respuesta inmediata o pertinente a sus denuncias. Nos encargamos de conocer por qué se ha tardado tanto en resolver su petición.

¿A cuántas mujeres atienden cada año?

Este año hemos recibido 546 denuncias por diferentes delitos y violación de los derechos humanos. Nuestro papel es acompañar a las víctimas y revisar lo que hacen el resto de instituciones, pero no podemos brindarles una atención médica porque para eso están el MP, los hospitales y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, que se encargan de recabar todos los medios de pruebas para presentarlas ante la Justicia.

¿Cuál es la situación actual de discriminación que sufren las mujeres en Guatemala?

No existe una tolerancia cero hacia la discriminación, pese a que hay una comisión presidencial contra ella.

¿Tiene reflejo en la sociedad esa lucha institucional contra la discriminación?

La Constitución política de Guatemala establece que todos somos iguales ante la ley, si bien el machismo provoca que se evidencie más esa relación desigual de poder entre hombre y mujer. Las mujeres luchan por sus derechos, mientras que los hombres lo tienen todo a mano y no necesitan luchar porque las leyes están a su favor.

Guatemala registra una media de 700 mujeres asesinadas cada año. ¿Es imposible reducir esta cifra?

Desde 2008 Guatemala cuenta con la Ley contra el Femicidio, que considera delito la violencia contra la mujer. Hasta la aprobación de esta normativa, se invisibilizaba esta violencia y se asumía como algo cultural y natural la posesión por parte del hombre de la vida de la mujer. Con la nueva Ley se crea la cultura para que las mujeres conozcan cuáles son sus derechos, lo que provoca que hayan roto el silencio acudiendo a denunciar la violación de los mismos.

¿Se ha registrado un incremento en el número de denuncias?

Si comparamos este año con el anterior, no podemos hablar de una disminución de las muertes violentas, sino todo lo contrario; siguen aumentando, pero también se está viendo el empoderamiento de los derechos humanos de las mujeres, ya que muchas empiezan a alzar la voz.

¿Cuántas mujeres han muerto este año en Guatemala a causa de esta lacra?

Entre enero y setiembre se han realizado 664 necropsias por causas de muerte criminales contra las mujeres. Nunca ha habido una disminución de muertes violentas y donde más se han registrado este año ha sido en Ciudad de Guatemala (282), Escuintla (70) y Petén (31). También ha habido un repunte de los delitos sexuales, siendo las zonas más afectadas Ciudad de Guatemala (1.931), Escuintla (437) y Quetzaltenango (393).

¿A qué achaca ese incremento año tras año?

Existe una misoginia y un odio hacia las mujeres, tal como lo pone de manifiesto el hecho de que muchas mujeres asesinadas son descuartizadas, algo que no sucedía en épocas anteriores.

¿En qué situación se encuentra Guatemala respecto a la violencia machista en relación a sus países vecinos?

En mejor situación no creo, aunque sí a nivel legislativo, porque Guatemala ha sido un referente para varios países a la hora de contar con una ley que penaliza el femicidio, a pesar de lo cual la violencia contra las mujeres va aumentando cada año.

Entonces, ¿qué es lo que falla?

Solo hay sanciones, no hay una política de prevención con campañas de sensibilización para concienciar a toda la población de que se debe respetar la vida y la integridad de las mujeres. Además, se deberían hacer campañas masivas en los 24 idiomas mayas para llegar a todas las comunidades. Tampoco se ha hecho un análisis de los agresores para conocer cuáles son sus condiciones y su patrón sicológico.

¿Cómo está atendiendo la Justicia a las víctimas?

En los juzgados hay una demora en cuanto a los expedientes, de forma que las audiencias se aplazan para el próximo año. No existe capacidad para atender todas las demandas.

¿Cómo se puede acabar con el acoso que sufre la mujer en la calle y el transporte público?

Eso que antes se llamaba piropo se enmarca en la violencia contra la mujer en el ámbito público. Hace años, incluso el MP se resistía a atender las denuncias presentadas por mujeres que habían sido acosadas por la calle, si bien hoy día ya se van canalizando para evidenciar que este tipo de comportamientos suponen una ofensa a la dignidad de la mujer.