El profesor, de 45 años, había sido trasladado a primera hora de la mañana a un hospital en la capital francesa con heridas de arma blanca. Según su versión inicial, sufrió en un apuñalamiento por parte de un hombre encapuchado que esgrimía un cutter y gritaba: «Es Daesh, es una advertencia».
Horas después ha terminado cambiando la historia para confesar que él mismo se había infligido los daños. Una portavoz de la Fiscalía de París ha explicado que el maestro ha reconocido que «todo fue un invento», y ha indicado que el interrogatorio va a continuar «para entender las intenciones» de su relato inicial, que había dado lugar a la apertura de una investigación judicial y a reacciones en cadena, en particular de la ministra de Educación, Najat Vallaud Belkacem, y de los sindicatos de enseñanza.