Al mirar al Ayuntamiento de Iruñea se ve que se asoma Joseba Asiron enarbolando la vara de mando. Si se vuelve la cabeza al Sur, ahí está la sonrisa perpetua de Arturo Goldarazena en Tafalla, más abajo aún tiene el bastón de mando de Tutera Eneko Larrarte. En el Oeste sonríe Koldo Leoz desde Lizarra y así nos podríamos ir hasta Zangotza a echar una cerveza con Ángel Navallas, que es un tipo encantador. Remata la jugada en el sillón presidencial una lehendakari con un don de la palabra como solo lo tiene uno por millón.

¿Qué imagen tan idílica, verdad? Anima a relajarse y todo el mundo ha pecado. Se relajan los de Geroa Bai, se relajan los de EH Bildu, también los de I-E que no se juegan nada y los de Podemos se sientan a vivir de los réditos de Iglesias y marcan distancias con EH Bildu, no vaya a ser que luego les tiren de las orejas en Madrid. Pero cuando las cosas se dan por ganadas, luego vienen los golpes. Yo pienso que algo así le ha pasado a Aldaketa, que era la opción que las cuatro fuerzas del cambio apoyaban al Senado. Eso, o quizá que lo que más les importaba era competir entre ellas por los asientos de diputados.

çCuando uno se olvida de que la victoria de mayo llegó por los pelos, pasan cosas como que luego UPN se impone a una coalición de todas las fuerzas del cambio juntas. Y la clave es que el cambio en Nafarroa está para mírame y no me toques. La oportunidad que está viviendo la izquierda y los abertzales en Nafarroa es increíble. Ni soñada. Pero esa Nafarroa chusca, fascistoide y gris sigue siendo terriblemente real y no se ha volatilizado aunque lo diga el periódico de al lado. Y no lo piensa hacer, porque tiene más de cien mil votos que no le fallan nunca. Costó un enorme esfuerzo relegarla a la caverna y va a costar el mismo esfuerzo o más mantenerla ahí.

Con la correlación de fuerzas que existe en Nafarroa, es un error de bulto que se pierdan por el camino 63.834 votos. No es de recibo que, por no darle la importancia que requería, por celos o lo que sea, se regalen dos asientos de senador al PP y semejante victoria moral.