El colorido de los trajes de tambores y barriles han sido contemplado por miles de ciudadanos que se han agolpado sobre la emblemática barandilla del arenal donostiarra para escuchar la ‘Marcha de San Sebastián’ y otras clásicas de la celebración del día grande de la ciudad.

En esta ocasión las tamborradas de adultos y niños han salido de diferentes puntos de los barrios sobre las 11.30 para llegar a las 12.00 a la playa, donde han interpretado parte del repertorio tradicional bajo un cielo nublado pero sin lluvia.

La inédita concentración de tamborradas ha dado paso dentro de la apretada agenda de actividades de esta jornada a la inauguración a las 13.30 horas de la instalación del proyecto ‘Iturriak/Fuentes’, de la artista Maider López, situada en los jardines de Ondarreta, en el otro extremo de la bahía.

El proyecto consiste en recuperar fuentes de la ciudad retiradas hace muchos años con la intención de recobrar la memoria de estos lugares. El proceso de investigación llevado a cabo por Maider López puede verse en la exposición ‘Tokialdatu/Desplazamiento’ del Centro Cultural Koldo Mitxelena que recoge además otros trabajos de la artista.

Esta iniciativa se suma a las exposiciones en varias galerías de la ciudad que constituyen una «expansión» de la muestra sobre el Grupo Gaur, que se inauguró ayer en el Museo San Telmo y en la que se recogen algunas de las piezas más representativas de ese colectivo de artistas que marcó la vanguardia plástica vasca en los años 60.

Todas estas iniciativas constituyen el preludio del acto que se celebra a las 18.00 en el Teatro Victoria Eugenia, donde un comisario europeo hará entrega de una placa que ratificará a Donostia como Capital Cultural Europea 2016 y que supone el arranque oficial de la celebración.

La jornada concluirá con el esperado espectáculo ‘Puente de la Convivencia’, cuyo centro neurálgico será el puente de María Cristina y en el que se pretenden simbolizar los valores de convivencia y diálogo que inspiran el proyecto de la Capitalidad Cultural Europea.

El propio director artístico de la ceremonia, Hansel Cereza, exmiembro fundador de La Fura dels Baus y uno de los responsables de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona, aseguró que espera «emocionar desde el primer minuto hasta el final» a los más de 50.000 espectadores que se prevé que abarroten los márgenes del río Urumea para contemplarlo en directo.

Unas 900 personas pertenecientes a 52 colectivos y agrupaciones sociales de la ciudad participarán directamente en el espectáculo, aunque Cereza aseguró que la ciudadanía será la auténtica protagonista del montaje.