
Ambas empresas rubricaron ayer el contrato, que contempla la opción, a decidir en los próximos meses, de construir un segundo buque gemelo. Este primer buque se prevé que empiece a operar durante el año 2019.
El nuevo barco estará entre los ferrys de mayor tamaño del mundo, con una eslora de 232,2 metros y una manga de 30,4, además de ser el primer ferry de pasaje propulsado por gas natural licuado del Mediterráneo.
También será innovador en sus instalaciones, ya que se proyecta un buque inteligente, donde los clientes, con su teléfono móvil, podrán acceder al ferry y a su acomodación, disponer de sistemas de localización, de información sobre la oferta de entretenimiento y de gastronomía a bordo, de información y reservas de destino, datos de navegación o meteorología.
Diseñado por Cotenaval, tendrá una capacidad para unos 1.600 pasajeros (un 70% de los cuales podrán acomodarse en camarotes y el resto en butacas ergonómicas), y podrá transportar 350 vehículos.
José Ignacio Irasuegui, director general de La Naval, ha manifestado que la firma del contrato, «después de meses de trabajo conjunto, confirma nuestra estrategia de estrecha colaboración con nuestros clientes desde las primeras etapas conceptuales, además de un hito que consolida el posicionamiento de La Naval en el mercado de buques de pasaje y, en general, en el diseño y construcción de buques de alto contenido tecnológico».
«Estamos convencidos de que este contrato supondrá el comienzo de una relación de largo plazo entre La Naval y Baleària, una de las principales navieras europeas», ha añadido.
Baleària es líder en las conexiones con Baleares, uno de los mayores operadores del estrecho de Gibraltar y además ofrece servicios en el Caribe. Cuenta con una flota de 22 buques y da ocupación a unas 1.000 personas.
Además de este contrato, la cartera de pedidos actual de La Naval consiste en un ferry para Teso, un buque para el tendido de cable eléctrico para Deme/Tideway y dos dragas para la compañía Van Oord.
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