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Maribel Ballesteros (UGT): «Hay que controlar el abuso de la temporalidad»

Maribel Ballesteros.
Maribel Ballesteros.

1. Observando los datos con los que se ha cerrado el ejercicio de 2015 en el capítulo de empleo/desempleo, ¿qué perspectiva tienen de cara al próximo año y a medio plazo?

2. ¿Qué medidas implantadas en los últimos años consideran que han sido positivas para la creación de empleo, es decir, para reducir el número de personas en paro?

3. ¿Qué medidas ha planteado o ha puesto en marcha con el objetivo de la creación de empleo la organización a la que pertenece?

4. ¿Cree necesario implantar programas específicos para determinados grupos de población: jovenes, mujeres...?

5. ¿Cómo valoran las políticas de empleo que las distintas instituciones han desarrollado en los últimos años como respuesta a la crisis económica?

6. De forma resumida, ¿por qué tipo de empleo apuestan: contratos indefinidos o temporales, horarios flexibles o fijos, salarios establecidos por convenios sectoriales o ligados al rendimiento de la empresa…?

1. El balance de  los datos de empleo del ejercicio del 2015 no puede ser más desalentador. La relativa mejora de los datos de desempleo esconde una elevada precariedad y parcialidad derivada de la naturaleza de los empleos, con un 93% de contratos temporales y, en su mayoría, a tiempo parcial. Hablamos de empleo que no se consolida.

Dada las características del empleo generado, la tendencia no es muy favorable. Tal y como corroboran los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tardaríamos "10 años en volver a los niveles de desempleo de antes de la crisis", mientras la población en riesgo de pobreza y exclusión social sigue aumentando.

Es necesario recuperar el empleo  tanto en el sector público como en el sector industrial, que en Euskadi debe seguir siendo el verdadero motor de la economía.

2. Ninguna. En los últimos años hemos asistido a la implantación de una reforma laboral, impuesta por el PP, que lo único que ha conseguido ha sido  minar las condiciones de vida y de trabajo de los ciudadanos/as vascos. Ha destruido empleo con derechos para reemplazarlo por contratos temporales y precarios.

El desempleo juvenil se ha reducido, pero no porque vaya acompañado por creación de empleo, dada la caída de la actividad entre los jóvenes, sino provocada por la vuelta a la formación ante la imposibilidad de encontrar empleo y una emigración forzada. Resulta también alarmante el incremento del desempleo entre los mayores de 50 años, debido a las dificultades que presenta su reincorporación al empleo y la insuficiencia de políticas destinadas a su empleabilidad. Además, han sido castigados con un recorte en sus prestaciones por desempleo.

No se está consiguiendo un crecimiento sostenido de empleos de calidad que permita rebajar la tasa de paro a corto y medio plazo. Todo lo contrario, se está consolidando una tibia recuperación económica construida sobre un  empleo de carácter estacional, de escaso valor añadido y tecnológico y un empleo temporal poco cualificado,  de baja calidad y, en muchos casos, a tiempo parcial.

3. Como sindicato, UGT viene reclamando ante los distintos Gobiernos  un giro en las políticas económicas y sociales.  Deben basar el modelo productivo en empleo de calidad, combatiendo el paro de larga duración y la precariedad laboral. La recuperación de un empleo de calidad, con salarios y condiciones dignas, dan seguridad y permitirían relanzar el consumo y la economía.

Seguimos demandando un cambio en las políticas de empleo y que el Gobierno vasco adopte medidas reales para incentivar la contratación indefinida en Euskadi, así como un permanente refuerzo de mantenimiento y reactivación del sector industrial.

4. UGT considera imprescindible un nuevo rumbo para la política económica y social como estrategia integral hacia un nuevo modelo económico y social para nuestro país. Evidentemente, entre las propuestas de este sindicato está en primer lugar derogar en su totalidad la reforma laboral, que no ha logrado crear empleo ni paliar la sangría del paro y ha degradado las condiciones laborales de los trabajadores/as; reforzar la causalidad en la contratación y controlar el uso abusivo de las formulas de temporalidad y tiempo parcial no justificadas que sufren mayoritariamente las mujeres así como eliminar las bonificaciones a la contratación, que han demostrado ser ineficaces, sustituyéndolas por otras políticas activas de empleo destinadas a elevar la empleabilidad.

Destinado a los jóvenes, en particular, exigimos el uso de los 1.800 millones de euros procedentes de Europa disponibles para poner en marcha el Plan de Garantía Juvenil, materializándose a través de políticas activas de asesoramiento y formación, con itinerarios personalizados de inserción.

5. Las políticas orientadas desde la austeridad y los recortes poco pueden aportar a un crecimiento sostenido de una economía, cada vez más globalizada. Desde la UE y los distintos Gobiernos, se deben llevar a cabo políticas para el crecimiento, eliminando la competencia desleal basada en bajos salarios y peores condiciones laborales.
Se debe invertir en políticas activas de empleo, destinando cada año la mitad de la recaudación obtenida en la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida a fortalecer los servicios públicos y un sistema de prestaciones por desempleo integral, combinando ayudas económicas con actuaciones para mejorar la reinserción de los parados en el mercado laboral.

6. UGT siempre ha apostado por un mercado laboral en el que la estabilidad de los empleos sea la norma y no la excepción como viene siendo habitual en los últimos años. No se puede seguir consolidando la temporalidad y la parcialidad en el mercado laboral vasco.

Nuestra apuesta clara es mantener los derechos consolidados a lo largo de años de negociación colectiva fundamentalmente sectorial en Euskadi, recuperando el  ámbito vasco de negociación de los convenios, que hoy sufre el mayor bloqueo de la historia. Pero, esta tarea se vuelve harto complicada con unas patronales vascas que incumplen con sus obligaciones al negar la negociación y actualización de los convenios vascos, que han dejado, al iniciar el año, más de 360.000 trabajadores pendientes de renovar su convenio. Por su parte, los sindicatos nacionalistas tienen que  hacer un esfuerzo para recuperar la negociación de convenios, porque la mejor forma de que otros convenios no ocupen los ámbitos de negociación vascos es que estén actualizados y firmados en el ámbito de nuestra Comunidad Autónoma.