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Michel Larralde (CFDT): «La proximidad es esencial»

Michel Larralde.
Michel Larralde.

1. Observando los datos con los que se ha cerrado el ejercicio de 2015 en el capítulo de empleo/desempleo, ¿qué perspectiva tienen de cara al próximo año y a medio plazo?

2. ¿Qué medidas implantadas en los últimos años consideran que han sido positivas para la creación de empleo, es decir, para reducir el número de personas en paro?

3. ¿Qué medidas ha planteado o ha puesto en marcha con el objetivo de la creación de empleo la organización a la que pertenece?

4. ¿Cree necesario implantar programas específicos para determinados grupos de población: jovenes, mujeres...?

5. ¿Cómo valoran las políticas de empleo que las distintas instituciones han desarrollado en los últimos años como respuesta a la crisis económica?

6. De forma resumida, ¿por qué tipo de empleo apuestan: contratos indefinidos o temporales, horarios flexibles o fijos, salarios establecidos por convenios sectoriales o ligados al rendimiento de la empresa…?

1- Es curioso que el último plan de empleo que acabe de presentar el gobierno de París comporte exactamente las mismas medidas que ya en 1978 planteara el entonces Primer ministro Raymond Barre. Tantos años después estamos con el mismo «medicamento» para intentar curar el paro pero la tasa nunca ha estado tan alta. Las perspectivas, por tanto, no son buenas.

2- Desde que Mitterrand fuera elegido los planes sociales no han cesado. Hace poco el gobierno ha concedido 41.000 millones a los empresarios pero tampoco ha habido resultados y nos preguntamos qué ha pasado con ese dinero. Estamos de acuerdo en que se den ayudas pero habría que poner mecanismos para evaluar cómo se ha empleado ese maná financiero y las organizaciones sociales y sindicales deberíamos poder valorarlo. No tenemos esa cultura del resultado para valorar si seguir o no por el mismo camino.

3- En la CFDT-Pays Basque tenemos claro que son los riachuelos los que forman los grandes ríos. Es decir, para nosotros habría que atacar el paro de la forma más próxima, más cercana al territorio. Es por ello que, comprometidos en  el Consejo de Desarrollo de Ipar Euskal Herria,  hemos puesto en marcha un dispositivo sobre el diálogo social territorial.  Al fin y al cabo ¿Quién es más apto que los  representantes de la propia  empresa para conocer las dificultades que tienen? Hoy, hay que superar las divisiones tradicionales izquierda-derecha, patronos-trabajadores… Nosotros creemos que todos deben ser partenaires, colaborar, hacer las cosas juntos.

Tenemos que ser capaces de sentarnos todos, trabajadores, patronos, Inspección del Trabajo, etc., en torno a una mesa para prever y detectar las empresas que conocen dificultades, las que están en gran riesgo de cierre, para ver cómo ayudarlas, cómo organizarse en el territorio para que haya formaciones transversales, y anticipar los oficios de mañana. No podemos quedarnos a la espera de lo que venga de arriba. Hemos funcionado durante años así y no ha resultado.  La proximidad es esencial.

Si lo que se ha hecho hasta ahora no vale, tengamos un espíritu de apertura para intentar hacer otra cosa, desde la proximidad del territorio. Hay que salir de discursos apasionados y bajar al terreno, a cada empresa, anticipar  los oficios del futuro, formar a la gente.

4- Los empresarios tendrán que empezar a entender que, además de invertir en los equipamientos y máquinas de producción, también hay que hacerlo en el factor humano. Por ejemplo, avanzando en la igualdad entre trabajadores (sean estos hombres o mujeres) o en la formación a los jóvenes. Es de su interés invertir en el savoir-faire y en la transmisión de esa sabiduría, anticipación de los oficios de mañana. Eso es superimportante.

5- El diálogo social existe solo a nivel nacional y con un Medef [organización patronal] siempre insatisfecho y exigiendo cada vez más medidas (flexibilidad del trabajo, ayudas, modificación del Código de Trabajo) y después, una vez que se adoptan los planes, estos no se declinan a nivel territorial. Todo se negocia a nivel nacional y no hay ningún diálogo social en el nivel territorial.

6- En cuanto al tipo de empleo, creo que ya es hora de parar con la cuestión de quitar las 35 horas. No es verdad todo lo que están intentando desde la patronal. Se puede trabajar más, nada les impide hacer 40 horas/ semana. De hecho, el tiempo medio está a más que las 35 h. Pero lo que no quieren los empresarios es pagar esas horas de más como horas extra. Con la nueva ley Macron son las empresas las que negocian los suplementos, pero ¿a dónde vamos?.