SUSANA SAMHAN (EFE)
beirut

Raqa se mantiene como capital del califato en Siria

La ciudad siria de Raqa, en el noreste del país se mantiene como capital de facto del califato, que hoy hace dos años declaró el Estado Islámico (ISIS), pese a la amenaza de una ofensiva desde el norte de las milicias kurdo árabes, apoyada por EEUU. Si el ISIS perdiera Raqa, aún contaría con la provincia de Deir Ezzor, que controla en su totalidad.

A pesar de la ofensiva de las milicias kurdo-árabes de la Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), no parece que la caída de Raqa vaya a ser inminente, ya que dirigentes de las FDS han señalado que se centran, de momento, en recuperar zonas al norte de la urbe y consolidar su avance. Mientras, la localidad es blanco casi a diario de bombardeos, bien de la coalición internacional,encabezada por Washington, o de los de la aviación siria o la rusa. Aun así, sigue siendo capital del califato que hoy hace dos años proclamó el ISIS.

Un activista, identificado como Abu Mohamed, miembro del grupo «Raqa está siendo masacrada en silencio», explicó a Efe que los ataques de la coalición «les afectan (a los yihadistas), pero no mucho, porque se concentran en lugares ya evacuados por Daesh» (acrónimo árabe del ISIS). Además, «raras veces son contra edificios y cuarteles», destacó Abu Mohamed, quien denunció, por otro lado, que «los bombardeos del régimen y de Rusia atacan especialmente a los civiles».

No obstante, el activista consideró que el ISIS es hoy por hoy más débil en su bastión principal en Siria, ya que ha perdido el dominio de poblaciones próximas a la frontera con Turquía, lo que ha comprometido sus líneas de abastecimiento. Para Abu Mohamed, esto puede deberse a «la escasez de suicidas y también al asesinato de algunos de sus emires y dirigentes en ataques de drones» como sus comandantes Abu Omar al´-Shishani y Abu Hiya al-Tunisi, y su «número dos», Abderrahman al-Qaduli.

Añadió que, en paralelo, el ISIS sufre presión en varios frentes en Siria, donde ha disminuido el flujo de combatientes extranjeros que llegan desde Turquía para unirse a sus filas.

En caso de una hipotética pérdida de Raqa por parte de los extremistas, el posible nuevo centro de operaciones del ISIS sería la provincia de Deir Ezzor, fronteriza con Irak y que controla casi en su totalidad, según el activista de la Red Siria para los Derechos Humanos, Mohamed al Jalif, que recuerda que «en Deir Ezzor no hay presencia de las FDS». Las únicas áreas de Deir Ezzor que escapan de las manos de los yihadistas son algunos barrios de su capital y el aeropuerto militar, en poder del régimen, pero cercados.

Los yihadistas se hicieron con el control casi total de Deir Ezzor al mes siguiente de la proclamación del califato en Siria e Irak el 29 de junio de 2014, y desde entonces sus dominios en esta región se han mantenido intactos, a diferencia de otras zonas como Raqa y Hasaka.

Aun así, también se ha debilitado por los bombardeos contra instalaciones petroleras y de gas. Además, se han producido deserciones de miembros del ISIS de nacionalidad siria. «La mayoría de los seguidores sirios eran antiguos combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS), que luego juraron lealtad al Frente al Nosra (filial de Al Qaeda en Siria) y después al ISIS. Muchos de ellos ni siquiera lo hicieron por ideología, simplemente se fueron a luchar con el más fuerte», apuntó.