Como suele decirse, Pedro Sánchez ha venido a Donostia a hablar de su libro. De este modo, ha centrado su participación en esta campaña de las autonómicas en arremeter contra el partido que probablemente sea la quinta fuerza en la Cámara de Gasteiz.

«El PSOE es la alternativa al PP», ha señalado Sánchez para poner en valor su negativa a la investidura de Rajoy, al que ha acusado de no pedir la renuncia de Rita Barberá como senadora porque «son todos piezas del mismo puzzle que se llama financiación irregular del PP».

Sánchez ha asegurado que desde el pasado mes de marzo el Estado español podía tener un Gobierno «progresista y de cambio» comandado por él, pero «Podemos votó no –ha dicho que sus dirigentes «se disfrazan de izquierdistas pero son soberanistas»-, y el PNV votó no, los dos votaron que no».

El líder del PSOE ha remarcado que «el cambio es posible» y, ahí sí, ha mencionado a la CAV para decir que de la mano de su partido «se antepondrá una agenda social a la soberanista».

Era la señal de relevo para Idoia Mendia, quien se ha declarado convencida de que el día 25 el PSE tendrá «un gran resultado» para liderar «el giro social que este país necesita».

En este contexto, ha abogado por una educación «universal y de calidad» en la que aprender inglés «no sea un privilegio exclusivo de las familias con recursos», al tiempo que ha defendido que el acceso al empleo público no sea «coto exclusivo de los que saben euskera». También ha mencionado la defensa de las pensiones o la lucha contra el fraude fiscal, entre otros temas.

Mendia ha sostenido que la «Euskadi» necesita «una izquierda experimentada, no discursos buenistas y generalistas buenos y sin contenido», así como una lehendakari «a tiempo completo y con ideas propias».