Skakeitan: «La mitad del repertorio de The Clash no existiría sin melodías así, pop»
Avanzar como músico es necesario, evolucionar es una cuestión filosófica, de inquietud. Y tanto puede disfrutar quien se pasa la vida repitiendo la fórmula, como quien cambia sutil o radicalmente. Skakeitan ha evolucionado. No es un cambio dramático, menos aún casual. En «Galera» se percibe ambición, se matiza el ska festivo aportando otros y semejantes valores. Cultos y divertidos.

Skakeitan se forma en 2008 en Donostia. El aprendizaje comienza estudiando a sus referentes, en este caso propuestas como las de Skalariak, Banda Bassotti... o Mad Caddies. Y surge un primer disco ajustado a sus querencias. Un proceso lógico. «Con ‘Orekariak’, creo que hubo un punto de inflexión, en el que quizá se rompió el tabú de salirse un poco del tiesto, y se empezó a perder el miedo a la hora de componer. Y en “Galera”, ese miedo ha desaparecido (casi) por completo», reflexiona Julen con acierto y una adecuada visión de su historia.
“Galera” podría haber sido continuista, lo que no le hubiese restado posibilidad de mejora. Son infinitos los ejemplos de grupos anclados que sobreviven dignamente, pero parece cierto que hay estilos más dados a desprenderse de las muletillas, de los estereotipos. No menos acertado sería pensar que mientras haya buenas canciones todo lo demás se olvida y que estas son el eje del músico y su mantenimiento vigente. En cualquier caso, Skakeitan apuesta en “Galera” (Mauka Musikagintza) por pulir mejor sus referentes y salirse de cierto círculo vicioso. La consecuencia es un disco más ambicioso, musical, dinámico y expectante. No se despojan de sus orígenes por caducos, simplemente abren puertas, airean, arreglan con mayor libertad y no se cortan en afrontar otro posible destino que el inicial.
“Galera” es y puede ser popular, es ambicioso en arreglos (excelente trabajo de vientos), estilo y generativo de sensaciones. Julen: «Diría que al principio hacíamos mucho más ska (ska-punk quizá o ska de tercera ola), y aunque siempre haya estado presente, la distorsión de las guitarras ha ido en aumento, y cada vez le hemos dado más al rock, un rock que además se ha ido modernizando. Luego hay factores comunes, presentes en todo el proceso, como el reggae u otros estilos más afro. Y esta vez, en "Galera", la electrónica ha pasado de adorno, a ser parte del grupo. Esta evolución se ha producido gracias a que nos conocemos cada vez más y todo fluye mejor. Además, considero que somos gente que siempre está dispuesta a evolucionar, que cuando acaba un disco, a los pocos meses sabe qué repetiría y qué no volvería a hacer en el siguiente disco. La clave está en ser ambicioso musicalmente, y yo creo que siempre lo hemos sido. Somos inconformistas, con todo lo bueno y lo malo que conlleva». Lo bueno, la satisfacción personal, lo malo, quizá, que abajo, el oyente, no evoluciones al mismo ritmo, pero “Galera” es robusto y encajable perfectamente en grupos de público mayoritario. Es dinámico, es actual y se cimenta en buenas composiciones y arreglos.
En los tres discos han contado con colaboraciones. Cabe imaginar que es así más por la aportación que por capricho.
Julen: Es una experiencia muy enriquecedora, ilusiona. Creo que va con la esencia de alguien que hace fusión de estilos. Es esa curiosidad por ver a un músico que admiras en tu canción, fuera de su contexto. Por un lado, te imaginas de antemano todo lo que te puede aportar y, por otro, el resultado final siempre sorprende para bien.
Con el disco actual han conseguido la participación de dos pesos pesados: Manu Chao y Fermin Muguruza, con todo el respeto para el resto de colaboradores, todo es cuestión de popularidad, no esencialmente de valores.
Pello: Esto empezó un poco con el Edozer Dugu Posible Eguna, acto que organizaban Donostiako Piratak en La Zurriola, en el que nos tocó telonear a Manu Chao, hace dos años, que para nosotros fue brutal. Fermin también actuaba como en otras ocasiones colaborando con Manu, y después de que terminara nuestro bolo Fermin vino a proponerme que subiera a cantar “Sarri sarri” con ellos, lo que flipé teniendo en cuenta que subíamos con dos referentes del panorama que seguíamos. Ese verano le estábamos dando las últimas pinceladas a lo que iba a ser “Orekariak” (2014) y empezamos a tener buena relación con Fermin, que nos echó un cable gestionando el tema del crowdfunding, etc. Durante este año hemos estado en contacto, sobre todo a través de Ñako (Mauka) que son amigos, y tuvimos la ocasión de estar en Lizarra con él y con Manu, a Fermin ya le habíamos propuesto que entrara en el disco, le preguntamos por Manu y nos animó a que se lo propusiéramos allí en Lizarra. Todo fue para adelante, aunque nos tuvimos que estar moviendo. Manu nos envió una grabación que hizo por su cuenta de la maqueta que le enviamos y Fermin grabó su parte con nosotros en el estudio.
J: En cuanto al resto, son personas más cercanas, física o musicalmente. En el caso de Aspencat, es un grupo que nosotros consumimos mucho, que nos gusta mucho lo que hacen, y que queríamos meterlos en algún tema, queríamos sus voces en una canción nuestra. En el caso de Asier (cantante del grupo Eraul), es un amigo de toda la vida, que además comparte grupo con dos de nosotros (yo toco la batería en Eraul, y Borja, la guitarra y el violín). Son estilos y registros totalmente diferentes, he de reconocer que nos daba un poco de inseguridad el experimento, pero nos apetecía mucho que Asier se cantara un tema con nosotros, y nada más ver el resultado, quedamos muy contentos con él. Y en cuanto a Albert, hemos compartido escenario con él repetidas veces, siempre ha habido buen feeling y quisimos hacerle un hueco en disco.
Definirse es aconsejable, pero no siempre fácil o cómodo. Las etiquetas ayudan, pero también pueden ser un lastre,
J: Las etiquetas son un arma de doble filo. Nos capacitan para describir y clasificar músicas, pero también para cerrarnos puertas, prejuzgar y pecar de soberbia. Se nos da bien nombrar estilos, pero no conseguimos ponerle un buen nombre al nuestro. En el fondo, tampoco sé si queremos. Lo que sí buscamos es tener una coherencia, no ser un grupo que toca de todo y a la vez no toca nada. Y quiero creer que poco a poco estamos consiguiendo crear una marca. Nuestros gustos cambian, pero sobre todo, nuestra forma de entenderlos, identificarlos, y clasificarlos. Entonces aprendes a saber qué puedes "tomar" como influencia a la hora de hacer música y qué queda totalmente descontextualizado. Y lo bonito de eso es que es un proceso que llevas a cabo en el subconsciente. Cuando haces un arreglo, no sabes bien por qué, pero te encaja o no. Te lo pide el cuerpo.
Melódicamente también se puede hablar de pop, quizá por la melodía de «Herentzia», muy pegadiza o «Koreografia zaharrak», que siendo muy rockera y luminosa también cuenta con una parte popi.
J: El pop acompaña a muchos estilos. No quiero decir que todo sea pop, pero al ser un estilo tan genérico y globalizado, casi todo tipo de música alberga algún tipo de pop, mejor o peor disimulado. Con el paso de los años hemos sabido aceptarlo, y no bloquearlo. En anteriores discos, cuando un estribillo nos quedaba un poco más popero, había veces en el que nos gustaba, pero nos sentíamos un poco "culpables". En este último disco, esa tendencia a la autocensura se ha ido erradicado.
P: Hay un sinfín de grupos que no se definen como pop en la escena underground, pero que en sus temas se pueden apreciar. La mitad del repertorio de The Clash no existiría sin melodías así… Me parece que todo trata de establecer un equilibrio entre momentos agresivos y tiernos también.
«Oakland», tan rockera, tan reggae, electrónica, vientos...
P: Es uno de los temas que más experimentamos con la base, las voces de Olatz en clave étnica, sintes rítmicos… El rollo que transmitía la canción dio paso a que la letra diera un mensaje más esperanzador en el tema que le tocaba. La escribimos en medio de esa oleada de neurosis policiaca que atravesaba Estados Unidos contra la población afroamericana. Por eso vimos muy apropiado que nos acompañara Fermin en esta canción.
Es un disco bien sembrado por...
J: El disco lo hemos compuesto y producido entre. Pello, Borja y yo. He estado muy a gusto durante el proceso. No creo que ninguno de nosotros sea especialmente bueno o un virtuoso de la composición. Creo que somos gente con ideas y muy compatibles entre sí..., pero al final todos esperamos ansiosos las guitarras de Borja. Siempre digo que sin guitarras no hay tema ¡y siempre es el último!
Localizada la joven de 23 años desaparecida desde el día 25 en Donostia

El primer festival Aske pone la banda sonora a una Euskal Herria libre

La Ertzaintza deja impune la desaparición del test de drogas del hijo de un jefe policial

Mueren tres esquiadores, uno vasco, por un alud junto a los ibones de Brazato (Panticosa)
