Después de que el Departamento de Educación haya garantizado plaza, agrupados en dos centros educativos de Barakaldo, a la totalidad de alumnos del colegio concertado de La Milagrosa, en caso de que, finalmente, se proceda a su cierre, las familias «han manifestado que no tienen interés en marcharse del colegio», ha indicado el director del colegio, Juan Ortega, durante el transcurso de una concentración ante la sede del Gobierno de Lakua en Bilbo.
Ortega ha destacado que las prematrículas son «una reivindicación de lo que las familias quieren, que es continuar en el proyecto del colegio de La Milagrosa».
Ante la posibilidad de que en setiembre los alumnos no estén prematriculados en los otros dos centros ofertados por Educación, Ortega ha advertido de que «el problema no lo generan las familias, sino la retirada de la titularidad» por parte de las Hijas de la Caridad, «la intención de la Fundación Miranda de no negociar» el alquiler, y «el papel que ha tomado el Gobierno vasco dando cobertura a esta postura, en vez de presionar para que siguiese adelante el proyecto».
En ese sentido, ha acusado al Gobierno de Lakua de «facilitar a determinadas personas acabar con un proyecto educativo como La Milagrosa».
Cooperativa
El director de La Milagrosa ha indicado que las negociaciones del colegio con la Fundación Miranda, a través de Ikastolen Elkartea, «siguen abiertas» y prevé que la próxima semana tengan ya «formalizada la situación» en relación a la constitución del centro educativo en cooperativa para seguir adelante con el proyecto educativo de La Milagrosa, de forma que, «a continuación, nos sentaremos en la mesa de nuevo para negociar las condiciones del alquiler con la Fundación Miranda».
Por otra la parte, Yolanda Romero, miembro del AMPA, y Leire Collazos, en representación de los 39 trabajadores del centro educativo, han leído un comunicado en el que han defendido que el proyecto educativo de La Milagrosa «no está cerrado ni acabado, y debe tener continuidad».
«El alumnado y sus familias no quieren irse del centro, técnicos en educación nos confirman que este proyecto educativo es necesario en Barakaldo, y el colectivo de trabajadores quiere seguir trabajando con este alumnado», han defendido, para denunciar que «se está jugando con el miedo de las familias a la hora de matricular, pero seguimos queriendo el proyecto de La Milagrosa y es lo que seguiremos reivindicando».
Por tanto, las familias y el colectivo de trabajadores que conforman la comunidad educativa de La Milagrosa han solicitado a «los agentes que tienen responsabilidad en este asunto, Gobierno vasco, Hijas de La Caridad-Kristau Eskola, Ayuntamiento de Barakaldo y Fundación Miranda, que trabajen para dar una solución integral para que La Milagrosa pueda continuar su labor educativa».
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