Estos representantes sindicales argumentan que apoyanla celebración de las consultas «porque dialogar, discutir, confrontar, deliberar... y finalmente consultar a la gente, es simplemente, lo normal. Consultar es la mejor manera que las comunidades tienen para decidir sobre cuantas cuestiones les afectan, para solucionar sus problemas, para organizar su convivencia o para responder a los retos que deben abordar en el futuro».

Animan a participar a las trabajadoras y trabajadores porque «como muchos otros colectivos, sentimos en nuestras carnes, cada día, lo que significa ser dependientes. En el mundo del trabajo asalariado, en nuestro mundo, son unos pocos los que deciden lo que se produce, cómo, dónde y en qué condiciones se produce. Mientras que el grueso de las trabajadoras y trabajadores no nos queda sino aceptar el trabajo que se nos ofrece para poder vivir. Y esta dependencia, esta subordinación, no se produce solo en el mundo del trabajo. Se da en la cultura, se da entre sexos, se da entre naciones y etnias, y también se da entre estados».

Entienden por ello que  «ser consultados y consultadas y decidir es un ejercicio de empoderamiento. Una manera de hacernos fuertes y afirmarnos colectivamente, para decir que queremos ir rompiendo todas las cadenas de dependencia, que queremos ser dueñas de nuestras decisiones, y que queremos serlo en todos los ámbitos de nuestra vida».