Al homenaje, que se ha celebrado en el cementerio, han acudido representantes institucionales encabezados por la alcaldesa Aitziber Irigoras, testigos del bombardeo, familiares de las víctimas y otros representantes políticos.

La primera edil de Durango ha reclamado «verdad y justicia», y ha subrayado que este ataque tuvo lugar porque «el ejército franquista decidió que unos soldados legionarios bombardearan Durango».

Ha recordado que, desde 2004, el Ayuntamiento viene rememorando este suceso con un «sencillo acto» con el fin de hacer un «homenaje lo más digno posible» a las víctimas mortales, heridos y a las personas que, tras la tragedia, hubieron de «escapar con lo puesto» y exiliarse.

Tras las palabras de la alcaldesa, han intervenido estudiantes del Colegio Jesuitas y el sacerdote de Durango ha pronunciado un responso. Después del sonido de tres campanadas, un minuto de silencio y un nuevo toque de campanas, la alcaldesa ha depositado una ofrenda floral en memoria de las víctimas junto a un monolito que en el cementerio recuerda a los fallecidos.

Más tarde, han intervenido un dantzari y un coro y se ha llevado a cabo una segunda ofrenda floral en la capilla con la inscripción «Paz y reconciliación», que guarda en su interior una placa con los nombres de víctimas del bombardeo.

Dentro de los actos de celebración de este aniversario, las campanas también han sonado a primera hora de la mañana en Durango en recuerdo del toque de alarma con el que hace 80 años la población de esta villa fue alertada de la proximidad del primer ataque aéreo.