La asamblea anual de UPN celebrada ayer cerró filas en torno al presidente del partido, Javier Esparza, cercado políticamente por los asuntos de la planta de biogás de Ultzama –llevado a la Fiscalía por la Cámara de Comptos– y del fraude en UAGN para cobrar ayudas públicas. Recibió una ovación tras un discurso en el que no aludió a estas cuestiones, pero sí reclamó explicaciones a la presidenta navarra, Uxue Barkos, por las dietas del Ayuntamiento de Iruñea cuando era concejala y diputada en Madrid a la vez.
Dijo Esparza que «vamos a esperar de momento» a que este tema se esclarezca completamente, pero anticipando que UPN exigirá la dimisión de Uxue Barkos si hubiera algo punible.
Geroa Bai replicó con una nota en la que acusa a Esparza de «pretender encender el ventilador» y «desviar la atención» sobre los dos escándalos en los que aparece su intervención política. Sobre el tema de las dietas, su partido recuerda que la Fiscalía navarra y la del Supremo han rechazado que haya delito, al igual que la Cámara de Comptos, el Defensor del Pueblo y el Consistorio de Iruñea.
Se da la circunstancia de que la Mesa y Junta del Parlamento navarro vota hoy la creación o no de una comisión de investigación sobre el caso de la planta de la Ultzama. La propuesta llega con el respaldo de los cuatro grupos del cambio, dado que la presentan conjuntamente.
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