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parís

La fuga de Valls a brazos de Macron enmaraña más el panorama político

Inmerso en plena negociación para formar su Gobierno, el presidente electo, Emmanuel Macron, recibió ayer la adhesión del ex primer ministro del PS Manuel Valls, lo que enmaraña aún más el panorama político francés. Además de agravar la crisis en el PS, la victoria de Macron ha hecho mella también en Los Republicanos.

El triunfo en las elecciones presidenciales del socioliberal y proeuropeo Emmanuel Macron ha hecho mella tanto en el Partido Socialista (PS) como en Los Republicanos, que confían en vengarse por sus derrotas en las comicios legislativos del 11 y el 18 de junio, pero de donde el presidente electo pretende atraer a destacadas figuras para intentar lograr una mayoría parlamentaria que le permita aplicar sus reformas sin obstáculos.

«Un rompecabezas», resumía la situación ayer el diario “Le Parisien”, porque pese a su victoria frente a la extrema derecha, con un 66% de los votos, Macron se encuentra al frente de una Francia con profundas fracturas.

Los equipos del PS y Los Republicanos se reunieron ayer para definir sus estrategias en relación a Macron: movilización condicionada, colaboración puntual u oposición frontal.

«Por mi parte, no estoy a favor de una obstrucción sistemática y de una oposición frontal», señaló Alain Juppé, alcalde de Burdeos y figura influyente de la derecha. El alcalde de Havre, Edouard Philippe, cercano a Juppé, es uno de los nombres que suenan como posible primer ministro de Macron.

Según el diario “Le Monde”, el exministro Bruno Le Maire es uno de sus pesos pesados que ya se ha declarado «listo» para trabajar con Macron, mientras el alcalde de Niza, Christian Estrosi, ha mostrado gestos de cercanía con el presidente electo.

A su izquierda, el PS llamó al orden a sus miembros ante la tentación de unirse al campo presidencial tras las declaraciones del ex primer ministro Manuel Valls, que ayer anunció su intención de ser candidato en las legislativas con el nuevo partido de Macron, La República en Marcha, y no con el PS, que considera que no tiene futuro.

Valls, que ya respaldó a Macron en las presidenciales frente al candidato de su partido, Benoît Hamon, y señaló que sigue siendo de «izquierda» y «socialista», subrayó que «los viejos partidos están muriendo o están muertos», Insistió en que coincide con «la mayor parte» del programa del presidente electo y sostuvo que «hoy lo esencial es dar una mayoría amplia y coherente a Macron para que pueda gobernar».

El primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, invitó a Valls a dejar su actual formación al estimar «imposible» compaginar su militancia en el PS con la candidatura por el partido del nuevo presidente. Otras voces acusaron al ex primer ministro de «oportunismo», aunque también hubo quien se mostró más comprensivo al considerar que el partido, inmerso en una grave crisis tras su derrota en las presidenciales y cuya refundación reclaman muchos, «está muerto».

Incomodidad

Mientras, Macron medita la composición de su Gobierno y se prepara para lograr una mayoría parlamentaria confortable en junio con un movimiento creado en 2016 y sin anclaje local que anunciará mañana los nombres de sus 577 candidatos.

Las últimas definiciones se anuncian delicadas, entre promesas de renovación –el 50% de los candidatos no deben haber tenido cargos electivos anteriores– y eficacia.

En este contexto, el anuncio de Manuel Valls generó cierta incomodidad en la formación de Macron.

En una primera reacción, el portavoz de Macron, Christophe Castaner, dijo que el hecho de que «progresistas de la importancia de Manuel Valls quieran unirse a nosotros es una buena noticia», pero añadió que para poder presentarse como candidato de su partido tendrá que pasar por el procedimiento de examen de la comisión nacional de investiduras, como el resto. «No hay que hacer diferencias por el pasado de uno u otro», dijo, antes de insistir en que «los privilegios deben quedar atrás».

Otra de las prioridades del nuevo presidente es la elección de un primer ministro capaz de unir a los franceses. Macron anunciará su decisión tras el traspaso de poder el domingo por la mañana en El Elíseo.

La victoria de Macron ha hecho también reflexionar al Frente Nacional (FN). Su vicepresidente y promotor del giro del partido, Florian Philippot, pidió unidad en un momento en el que la formación sopesa cambiar de nombre para desvincularse de Jean-Marie Le Pen.

Otra de sus figuras, la diputada Marion Márechal Le Pen, representante del ala más ultraderechista del FN y próxima a las ideas de su abuelo Jean-Marie, anunció ayer que no se presentará a las elecciones legislativas. El fundador del partido lo consideró una «deserción».

 

La Unión Europea no rebaja su presión sobre París a pesar de estar de fiesta

Elogiado por muchos líderes europeos y el mundo desde el domingo, Emmanuel Macron ya ha recibido, sin embargo, una advertencia de la Comisión Europea para que respete los compromisos del Estado francés y sus propios compromisos de campaña para reducir el déficit presupuestario. Precisamente el día en que la Unión Europea (UE) celebraba su día, en honor al padre fundador Robert Schuman, con la renovada confianza que ha otorgado al proyecto común la victoria de Macron, una buena noticia en un año marcado por el Brexit.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, pidió ayer a Macron que saque a su país del procedimiento de déficit excesivo de la UE, rebajándolo hasta menos del 3% respecto al PIB, algo que consideró «totalmente asumible». Para este año, Bruselas prevé un déficit del 2,9% en el Estado francés y del 3,1% en 2018.

«Estoy convencido de que ahora Francia puede y debe salir del procedimiento de déficit excesivo», señaló en París. «Francia tiene que ser un ejemplo» para el resto de miembros de la UE, en particular, para «España, Portugal y Grecia», añadió.

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ya pidió el lunes a Macron que reduzca el gasto público en cuanto llegue al poder, juzgando que a largo plazo su nivel actual no se puede mantener. «Los franceses están gastando demasiado dinero», dijo.

Macron incluyó en su programa el objetivo de reducir el gasto público en 60.000 millones de euros los próximos cinco años, incluyendo la supresión de 120.000 puestos de funcionarios. Durante su campaña insistió en que para que el Estado francés sea creíble en Europa y pueda convencer a sus socios de las reformas que quiere sacar adelante debe cumplir con sus compromisos europeos.

Probablemente, el domingo Europa vivió su mejor día desde que se inició la crisis económica de 2009, que trajo el malestar general y el auge de un escepticismo que cerca ha estado de frenar al histórico tándem París-Berlín de haber ganado Marine Le Pen.

Aunque hasta las elecciones alemanas de setiembre no se puede cantar victoria, el triunfo de Macron afianza ese dúo por Europa que formaron Angela Merkel y Nicolas Sarkozy primero, y la canciller alemana y Francois Hollande después.

Este 2017 se cumplen 67 años de la Declaración Schuman, que propuso crear la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, embrión de la UE, que pregonaba que «solo mediante la ruptura del ciclo de violencia y venganza podrían nuestras sociedades construir juntas prosperidad y una seguridad permanente». Aquel texto también afirmaba que «solo en la unidad podría Europa preservar la paz». Una unidad que, tras la victoria de Macron, y pese al Brexit, muchos ven de nuevo posible.GARA

 

Operación policial sin resultado en la principal estación ferroviaria de la capital francesa

La Policía de París desplegó durante varias horas, entre la noche del lunes y la madrugada de ayer, una gran operación en el marco de la cual se acordonó y evacuó la Gare du Nord, la estación de mayor tráfico de trenes de la capital, para llevar a cabo una «verificación» ante la posible existencia de un hombre armado. Antes, la Brigada de Investigación e Intervención se había desplegado en un tren procedente de Valenciennes, localidad a escasos kilómetros de la frontera belga, para localizar a tres sospechosos buscados por la Policía, que no fueron hallados.GARA