El joven M.G., de 20 años de edad, se recupera en el hospital de las gravísimas heridas sufridas ayer sobre las 14.00, cuando un grupo de activistas llevaron a cabo un acto de denuncia contra la Ley Mordaza pintando un convoy de Euskotren en la estación de Usurbil. Para evitar que el tren retomara el trayecto, el donostiarra se colocó frente a él, siendo arrollado y arrastrado. Quedó atrapado entre el tren y el andén.

Las heridas fueron de consideración: rotura de fémur y de la pelvis, una vértebra fisurada, un pulmón afectado por dos costillas y un fuerte golpe en la cabeza. Ingresado desde ayer en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia, el joven está en observación, donde permanecerá allí durante al menos unos días. Según han informado esta tarde desde el movimiento Eleak-Libre, al parecer no sufrirá secuelas en órganos y cráneo, pero cabe ser prudentes, han pedido.

En la comparecencia que ha tenido lugar en el Boulevard, los congregados han enviado su apoyo y solidaridad al joven, así como a su familia. «Esperamos verle pronto entre nosotros», han expresado. Sitúan el accidente en el marco de la protesta social. Su objetivo era que el propio tren se convirtiera en un mural andante, y que la denuncia recorriera las localidades entre Bilbo y Donostia.

También han pedido al Departamento de Seguridad de Lakua que no imponga ninguna sanción al joven, tampoco al resto de activistas. Han recordado que, en los últimos veinte meses, más de 11.000 ciudadadanos han sido castigados con la Ley Mordaza.