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WASHINGTON

Trump no certificará el pacto y deja que el Congreso decida su abandono

El presidente de EEUU, Donald Trump, no certificará el pacto sobre el programa nuclear iraní que Washington suscribió junto a otras cinco potencias, y afirmó que lo abandonará si no logra «corregirlo». La decisión deja en manos del Congreso una posible retirada y la vuelta a las sanciones, a riesgo de enfrentarse a sus socios europeos.

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de no certificar el acuerdo nuclear con Irán, deja tocado el pacto que firmaron seis potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania) con Teherán para limitar el programa nuclear iraní a cambio de levantar las sanciones sobre el país persa.

La ley estadounidense obliga al presidente a certificar o no ante el Congreso, cada 90 días, si Irán está cumpliendo sus compromisos para limitar el programa nuclear al uso civil y que el pacto es conforme al interés nacional de EEUU. Aunque Trump no ha llegado a decidir retirarse del acuerdo, dejó la puerta abierta a hacerlo en cualquier momento.

El presidente advirtió de que, si no logra corregir los «defectos» del acuerdo nuclear con Irán mediante la acción del Congreso o negociaciones internacionales, abandonará el pacto.

«En caso de que no podamos llegar a una solución, el acuerdo se cancelará», insistió, a pesar de que tanto Teherán como el resto de firmantes defienden que el pacto no puede romperse unilateralmente. «En la eventualidad de que no seamos capaces de encontrar una solución trabajando con el Congreso y nuestros aliados, el acuerdo llegaría a su fin. Está bajo examen permanente y nuestra participación puede ser anulada por mi, en tanto que presidente, en todo momento», subrayó.

En todo caso, la no certificación del mismo, junto al anuncio de sanciones contra la Guardia Revolucionaria Iraní, ya dejan el acuerdo pendiente de un hilo.

Además, supone otro golpe al multilateralismo, al día siguiente de que EEUU anunciara el abandono de la Unesco.

Al explicar su decisión sobre Irán, Trump volvió a insistir en que el acuerdo nuclear es «uno de los peores» que ha firmado EEUU. Acusó a Irán de haberlo incumplido en varias ocasiones, a pesar de que la Agencia Internacional de Energía Atómica ha confirmado constantemente que Irán respeta los compromisos adquiridos. Ayer la Agencia volvió a insistir en que Teherán está cumpliendo.

Con este acuerdo, «obtuvimos pequeñas inspecciones a cambio de nada más que aplazar, solo a corto plazo y temporalmente, el progreso de Irán hacia las armas nucleares. ¿Qué sentido tiene un acuerdo que solo está retrasando la capacidad nuclear por un corto período de tiempo? Esto es inaceptable para el presidente de Estados Unidos», afirmó Trump. El mandatario acusó a la «dictadura iraní» de ser uno de los principales «apoyos del terrorismo» en el mundo, y echó más leña al fuego al aplicar sanciones contra la Guardia Revolucionaria Iraní.

Sanciones a la Guardia

«Autorizo al Departamento del Tesoro a sancionar a la Guardia Revolucionaria Iraní por su apoyo al terrorismo, y a aplicar sanciones a sus funcionarios y filiales», señaló el presidente de EEUU, un paso que promete disparar las tensiones con Teherán, que ya había advertido de que tratará a EEUU como «un país terrorista» si tomaba acciones contra ese cuerpo de elite.

El comandante de la Guardia Revolucionaria, el general Mohamad Ali Yafarí, alertó a Washington de que sus bases y tropas desplegadas en Oriente Medio estarán en peligro si les impone sanciones. Y, si finalmente Washington incluye a los Guardianes en su lista de «grupos terroristas», este cuerpo «tratará al Ejército de EEUU en todo el mundo, especialmente en Oriente Medio, como al ISIS».

El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, confirmó la medida e incluyó a tres empresas iraníes en sus sanciones.

El secretario de Estado, Rex Tillerson, y otros miembros del Gobierno habían apostado por distinguir entre el acuerdo nuclear y las otras «actividades dañinas» que achacan a Teherán

Hasta el momento, EEUU había hecho esta distinción, pero ahora Trump acomete una nueva estrategia, que ya había apuntado al aprobar sanciones unilaterales contra Irán por su programa balístico.

La «no certificación» deja la pelota en el tejado del Congreso de EEUU, que tiene 60 días para decidir si vuelve a imponer las sanciones levantadas a Irán en 2015, con lo que acabaría definitivamente con el acuerdo nuclear. Si los congresistas adoptan esa decisión, se enfrentarán a sus aliados europeos. Durante años la mayoría republicana ha apostado por abandonar el acuerdo con Irán, pero muchos electos han cambiado el tono, reconociendo las consecuencias. «Aunque opino que el acuerdo es malo, creo que debemos aplicarlo hasta el final», declaró el miércoles el presidente de la Comisión de Asuntos exteriores de la Cámara de Representantes, Ed Royce. En el Senado, su homólogo Bob Corquer, advirtió de que «es importante conservar a nuestros aliados».

La solución podría pasar por una ley que preparan algunos senadores republicanos, que autorizaría volver a aplicar las sanciones si Irán se encontraba a menos de un año de la producción de armas nucleares. Pero, de facto, rompe las fechas que se incluyen en el acuerdo con Irán, y que prevén el levantamiento progresivo de las limitaciones al programa nuclear a partir de 2025.

Además, necesitaría del apoyo de parte de la oposición demócrata. Con tales condicionantes, la probable posición del Congreso sea no hacer nada.

 

Rohani garantiza que Irán cumplirá el acuerdo y confía en el apoyo de los países europeos

El presidente de Irán, Hasan Rohani, respondió a Trump que no cabe renegociación alguna del acuerdo nuclear y advirtió al presidente de EEUU de que no puede actuar por su cuenta y romperlo. Rohani condenó un discurso que consideró insultante e irreal, a la vez que señaló que «EEUU está hoy mas solo que nunca» y cuestionó las amenazas de Trump. «Aparentemente no sabe que no es un documento bilateral y que no puede actuar como quiera», señaló Rohani.

Teherán ya había adelantado que la decisión iraní a Trump dependerá de «cómo reaccionen los europeos» y ayer buscó su respaldo. Así, el presidente iraní garantizó a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que cumplirá el acuerdo nuclear, mientras Macron le aseguró que la posición de Washington «no pone fin al acuerdo nuclear iraní» y reiteró su voluntad y la de sus socios europeos de mantener los compromisos adquiridos. Londres y Berlín lo confirmaron.

Macron anunció además que viajará a Teherán, en la primera visita de un presidente francés a este país desde 1971, pero París quiere negociar asuntos que no fueron tratados en el acuerdo de Viena como el programa balístico iraní o cuestiones de seguridad regional. Asimismo, la representante de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, afirmó que el acuerdo con Irán seguirá en vigor, y que «no está en manos de ningún presidente de ningún país del mundo ponerle término». «El presidente de EEUU tiene muchos poderes, pero no este», subrayó. Mogherini recordó que el acuerdo «no es un tema nacional» ni un «tratado bilateral». «Que yo sepa, no hay ni un solo país en el mundo que pueda poner fin a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que ha sido adoptada e implementada», recalcó. Rechazó además la posibilidad de renegociar ninguna parte del texto.GARA