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TEHERÁN

Trump se queda con Israel y Arabia Saudí como únicos apoyos en su política hacia Irán

La nueva «estrategia» política hacia Irán anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recibido respuestas que van desde la cautela a la preocupación por parte de la UE, Gran Bretaña, Estado francés, Alemania y Rusia, y tan solo ha generado los aplausos de Arabia Saudí e Israel, sus dos principales aliados en Oriente Próximo.

Trump ha comparecido en la Casa Blanca. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)
Trump ha comparecido en la Casa Blanca. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)

Trump ha puesto en entredicho el cumplimiento de Irán con el acuerdo nuclear suscrito en 2015 y ha dejado en manos del Congreso estadounidense su renovación. En caso de que no logre cambiarlo, el presidente ha amenazado con sacar a Estados Unidos de este pacto de forma definitiva en aras, ha dicho, de la seguridad nacional, aunque no ha aclarado cómo.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha considerado este paso una «decisión valiente» por parte de Trump, a quien ha felicitado por enfrentar «con valentía» a Irán. «Si el acuerdo con Irán sigue como está, algo es seguro. En unos pocos años, el principal régimen terrorista del mundo tendrá armas nucleares» ha afirmado, en un mensaje con el que ha llamado a aprovechar la «oportunidad» y «arreglar» el documento.

También el Gobierno de Arabia Saudí ha alabado el giro dado por Trump frente a las políticas y «acciones de agresión» por parte de Irán, a pesar de que en su día sí apoyó el acuerdo ahora en entredicho. Riad ha alabado que el presidente de Estados Unidos esté dispuesto a trabajar con sus aliados en la región para hacer frente a «desafíos comunes», según la cadena Al-Arabiya.

Estados Unidos participó en las negociaciones del pacto nuclear en el marco de un grupo de potencias del que también formaban parte China, Rusia, Gran Bretaña, Estado francés y Alemania –el conocido como grupo 5+1–. La Alta Representante de Política Exterior de la UE hizo las veces de mediadora entre las partes.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha puesto límites a la ambición de Trump y ha dejado claro que la comunidad internacional seguirá aplicándo el acuerdo, sobre el que no cabe renegociación alguna. Mogherini ha apuntado que el presidente de EEUU no tiene el «poder» para romper por su cuenta los compromisos firmados, en la medida en que existe una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Asimismo, ha recordado que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha certificado «ocho veces» el cumplimiento del acuerdo por parte de Irán. «No ha habido violaciones de ninguno de los compromisos», ha zanjado Mogherini, que este viernes ha hablado con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso ha criticado en un comunicado la retórica «agresiva y amenazante» de Trump y ha advertido de que el uso de este tipo de métodos para hacer frente a los problemas de política exterior «está condenado al fracaso».

Moscú ha reiterado su compromiso con el pacto y, al igual que Mogherini, ha enmarcado la decisión de Trump de no avalar dicho texto dentro de el debate político interno de Estados Unidos. «Esperemos que este paso no afecte de forma directa a la aplicación del acuerdo», ha apostillado en su nota.

Merkel, May y Macron

Los principales líderes políticos del Estado francés, Emmanuel Macron; Alemania, Angela Merkel; y Gran Bretaña, Theresa May, han suscrito un mensaje común en el que han dicho «tomar nota» del anuncio de Trump y en el que han expresado su preocupación por sus «posibles implicaciones».

En este sentido, han reiterado el compromiso de sus respectivos países con un pacto con el que se culminaron «13 años de diplomacia» y que, en su opinión, garantiza que Irán no fabricará armamento atómico. Merkel, Macron y May han pedido a los dirigentes estadounidenses que midan cualquier paso que pueda perjudicar el acuerdo, «como por ejemplo volver a imponer las sanciones levantadas».

Los tres líderes europeos sí se han mostrado dispuestos a analizar «medidas apropiadas» para resolver las dudas que aún persisten en relación al programa de misiles balísticos de Irán o a las actividades que este país mantiene en la región. Esperan por parte de Irán un «diálogo constructivo» para evitar «acciones desestabilizadoras».

Macron, May y Merkel han emplazado a sus respectivos ministros de Exteriores a estudiar con el Gobierno de Estados Unidos posibles pasos para aplacar la situación actual.