El debate sobre las cuentas estatales ha llegado a la Cámara de Gasteiz de la mano de Elkarrekin Podemos a través de una moción. La votación de esta resolución ha supuesto la división del voto del PNV y el PSE, socios de gobierno en las principales instituciones de la CAV y que, habitualmente, se manifiestan en el mismo sentido en las votaciones en el Parlamento.

El texto ha salido adelante con el respaldo de los 38 parlamentarios que suman EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PSE, frente a los 37 votos en contra que han sumado el PNV y el PP. Los jeltzales, no obstante, han apoyado uno de los cuatro apartados de la resolución, en el que se refrenda una iniciativa sobre las pensiones aprobada a principios de año por la Cámara.

A través de esta iniciativa, el Parlamento manifiesta que los PGE de 2017 «han perjudicado gravemente a la ciudadanía vasca y, en particular, a las personas pensionistas», con una subida de las pensiones del 0,25% «que no garantiza una actualización adecuada» de estas prestaciones.

«Austeridad extrema»

Además, la Cámara autonómica subraya que el modelo presupuestario actual del Estado está basado en políticas «de austeridad extrema»; resulta «agresivo» con el estado del bienestar; incrementa «las desigualdades y la brecha social»; y ocasiona «un grave perjuicio» a los ciudadanos.

Por otra parte, el Parlamento considera que el Congreso «en ningún caso debería aprobar» unos PGE para 2018 que, entre otras cuestiones, «no garanticen que las pensiones se actualicen adecuadamente, conforme al IPC, y que las pensiones mínimas se sitúen por encima del umbral de la pobreza».

Además, la Cámara ratifica el acuerdo que adoptó el pasado 1 de marzo, cuando el pleno reclamó al Gobierno español que garantice un sistema público de pensiones «suficiente, digno y sostenible», y que transfiera, tal y como recoge el Estatuto de Gernika, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social como instrumento para mejorar la situación de los pensionistas. Este último punto ha sido respaldado por todos los grupos, salvo el PP.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos Jon Hernández ha denunciado que el proyecto de presupuestos elaborado por el Gobierno español para 2018 «consolida la pérdida del poder adquisitivo» que han sufrido los pensionistas tras los cambios introducidos en el sistema por el PP, que desvincularon la actualización de estas prestaciones de la evolución de la inflación.

Hernández ha denunciado que, con su respaldo a los PGE de 2017, el PNV ya ofreció «respiración asistida» al PP, y ha advertido de que en el momento actual, la situación es «similar», pese a las advertencias de los jeltzales de que no negociarán un posible respaldo a los PGE mientras el 155 siga en vigor.

Por parte de EH Bildu, Leire Pinedo ha criticado que los PGE están elaborados de acuerdo a un modelo que supone «un ataque frontal» al estado del bienestar y que reduce las políticas públicas «a la mínima expresión». Además, ha criticado a quienes se sitúan «tras las pancartas», junto a los pensionistas y sus reivindicaciones, pero luego no actúan en consecuencia «cuando llega la hora de hacer algo».

Jose Antonio Pastor, del PSE, ha denunciado las políticas «cicateras» del Gobierno español y del PP, sobre las que ha criticado que perjudican a un colectivo ya «empobrecido», como el de los pensionistas. Además, ha advertido de que las medidas impulsadas por el PP responden a la intención de «cargarse» el sistema público de pensiones.

Desde el PNV, Josune Gorospe ha acusado a Elkarrekin Podemos de presentar esta iniciativa con el fin de «intentar engañar» a los ciudadanos, y de utilizar «torticeramente» dos cuestiones «distintas», como las pensiones y los PGE, en función de su «interés propio». Además, ha recordado que en la CAV ya se complementan las pensiones más bajas con instrumentos como la Renta de Garantía de Ingresos y otras prestaciones.

Por su parte, el parlamentario del PP Antón Damborenea ha asegurado que el de los pensionistas es «el único sector de la población que no ha perdido capacidad adquisitiva», y ha asegurado que buena parte de los argumentos empleados por quienes han impulsado esta iniciativa son «mentiras».