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Lluvia de fuego israelí contra Irán tras la réplica militar a sus ataques

El mayor ataque de Israel contra Siria en décadas, con decenas de misiles en varios puntos del país que causaron al menos 23 muertos, ha disparado la preocupación porque a la guerra en Siria, donde ya actúan varias potencias regionales e internacionales se superponga ahora otro conflicto directo entre Israel e Irán.

La intensidad de los bombardeos de Israel contra presuntos objetivos iraníes en Siria –el mayor ataque israelí contra este país en décadas–, presentados como un acto de represalia por disparos de cohetes, suscita temores de una escalada de tensiones en la región, ya convulsa por varios conflictos cruzados, en los que intervienen potencias regionales y globales.

Israel dijo haber llevado a cabo decenas de bombardeos contra objetivos iraníes en represalia por el lanzamiento de unos 20 cohetes de la brigada Al Quds, fuerza de los Guardianes de la Revolución, contra la parte de los Altos del Golán ocupada por tropas sionistas.

Pero en el origen de ese ataque en el Golán estuvo un primer bombardeo israelí en una localidad siria en la región de Quneitra, según medios oficiales sirios y el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

«Nos acercamos al precipicio», dijo a AFP Heiko Wimmen, del International Crisis Group, que considera que «los israelíes envían mensajes sobre sus líneas rojas». Aunque anteriormente Israel ya había lanzado advertencias y ataques, lo hace cada vez de forma más intensa, y «un día, los iraníes dirán: ‘tenemos que responder con fuerza, tenemos que disuadir a los israelíes si queremos permanecer en Siria, debemos golpear’», añade Wimmen.

De hecho, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Irán «cruzó una 'línea roja’». Añadió que su Gobierno «está en una campaña larga» con una política clara: «Irán no tendrá permiso para establecerse militarmente en Siria. A cualquiera que nos cause daño le causaremos aún más daño; y a cualquiera que se prepare para dañarnos, actuaremos para dañarles antes. Eso es lo que hicimos y lo que seguiremos haciendo»,

Netanyahu agregó que el ataque también «es un mensaje claro» al presidente de Siria, Bashar al Assad: «Si el Ejército de Siria actúa contra nosotros, actuaremos contra ellos».

El Ejército israelí afirmó que Siria debe «rendir cuentas por todo lo que ocurra en su territorio» y dijo haber alcanzado puntos de inteligencia, cuarteles logísticos, un recinto militar y logístico cerca de Damasco, almacenes de armas en el aeropuerto internacional de la capital, así como otras instalaciones, y material militar.

Según Moscú, el Ejército israelí disparó unos 70 misiles, 60 de ellos desde aviones F-15 y F-16, y que la defensa antiaérea siria destruyó más de la mitad.

A su vez, el OSDH indicó que al menos 23 efectivos militares, entre sirios y extranjeros, murieron en los bombardeos.

Eran Etzion, exdirector adjunto del Consejo Nacional de Seguridad Israelí, considera que «solo estamos en el principio de un proceso de escalada» si bien estimó que es posible que Irán no desee una escalada total.

Irán rebaja la tensión

Más tarde, el presidente iraní, Hassan Rohani, utilizaba un tono muy suave al afirmar que «Irán no es favorable a nuevas tensiones en la región» y «siempre ha buscado bajar las tensiones intentando reforzar la seguridad y la estabilidad».

Por su parte, el Gobierno sirio afirmó que los bombardeos israelíes abren una nueva etapa al haber pasado de «esconderse detrás de grupos terroristas a un enfrentamiento directo». También advirtió de que el ataque «va a aumentar la tensión en la región, lo que es una amenaza seria a la seguridad y la paz internacional».

Mohamad Marandi, analista en la Universidad de Teherán, cree que «ningún iraní murió ni resultó herido» y recuerda que las fuerzas iraníes presentes en Siria no actúan de forma independiente, «sino bajo el mando de los sirios».

«Los israelíes quieren convertir [Siria] en un asunto irano-israelí, pero no es el caso», añade este exmiembro de la delegación iraní que negoció el acuerdo nuclear. «Aprovechan la situación» provocada por la retirada de EEUU de ese acuerdo, considera.

La preocupación también se expresó en los llamamientos oficiales en Moscú, Berlín, Londres o París a la contención, si bien los tres últimos se posicionaron del lado israelí al subrayar su «derecho a defenderse».

 

Macron y Merkel reclaman la «soberanía europea» frente a EEUU

El presidente francés, Emmanuel Macron, criticó de forma implícita el «capricho» de su homólogo estadounidense, Donald Trump, para decidir la conducta de sus aliados europeos tras la retirada de EEUU del acuerdo nuclear iraní. «Si aceptamos que otras grandes potencias, incluidos aliados, incluidos amigos en las horas más duras de nuestra historia, se coloquen en situación de poder decidir por nuestra diplomacia y nuestra seguridad, a veces haciéndonos correr los peores riesgos, entonces no somos soberanos», afirmó al recibir el premio Carlomagno. A su juicio, una Europa soberana que sea potencia geopolítica implica «rechazar que otros puedan decidir por nosotros». En el mismo acto, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que Europa ya no puede esperar que EEUU le proteja de los conflictos mundiales, la mayoría de los cuales tienen lugar «a las puertas» de Europa.GARA