«Nosotros, diputados y diputadas de Junts per Catalunya, os remitimos esta carta para expresaros nuestra profunda sorpresa y malestar por las recurrentes declaraciones desde vuestra formación política y desde la propia Lehendakaritza, poniendo en duda la legitimidad del Govern de la Generalitat de Catalunya, así como las decisiones y estrategias previstas para continuar siendo fieles al mandato reiterado en las urnas el pasado 21 de diciembre».

Este contundente párrafo procede de la carta que los 34 diputados y diputadas de Junts per Catalunya trasladaron al Euzkadi Buru Batzar del PNV a mediados del pasado mes de enero, poco después de que el lehendakari Iñigo Urkullu arremetiese públicamente contra Puigdemont, señalando, por ejemplo, que «no se puede dirigir un país vía internet».

Se trata de una dura misiva en la que los diputados catalanes recuerdan que «luchar por la democracia y los derechos nacionales en Catalunya es hacerlo también por la democracia y los derechos nacionales en Euskadi». «No hacerlo, nos aleja de este horizonte de libertad nacional por el que fueron creadas nuestras respectivas formaciones políticas», añaden.

Lecciones de historia

La carta, que en apenas un folio contradice el argumentario jeltzale sobre el apoyo catalán a su actuación durante los últimos meses, recuerda que la historia vasca, como la catalana, «está llena de experiencias políticas de éxito, pero también está llena de experiencias de dolor, persecución y exilio por parte del Estado español». Un fenómeno cuya última expresión, tal y como recuerdan, es el encarcelamiento y el exilio de dirigentes catalanes «por ser fieles al mandato democrático expresado en las urnas por el pueblo de Catalunya el 27 de setiembre de 2015, y por hacer efectivo el referéndum de autodeterminación del primero de octubre».

En este contexto, el grupo parlamentario de JxCat recuerda a la dirección del PNV que, «en una situación política y social enormemente complicada», el independentismo fue capaz de revalidar la mayoría absoluta en el Parlament, en un bloque liderado, precisamente, por JxCat.

«Por todo eso, os pedimos respeto por los derechos de nuestros diputados y diputadas, y que respetéis la decisión de nuestros conciudadanos comprometidos con la libre autodeterminación del Pueblo de Catalunya», sigue la misiva, que remata pidiendo al EBB que se comprometa «con la democracia y con la aceptación de unos resultados que ordenan la restitución de nuestras instituciones, con el president Puigdemont a la cabeza».

«Os lo pedimos desde la defensa compartida de los principios democráticos esenciales, y os lo pedimos, también, porque estamos convencidos que ninguna democracia entendería que en una situación de represión política, se pueda ayudar directa o indirectamente a aquellos que han hecho de la violencia, la represión y la negación del diálogo, su bandera, poniendo la unidad de España por encima de los derechos democráticos», añade una carta que concluye con la invitación a visitar el Parlament de Catalunya para «debatir y dialogar, desde el respeto y la comprensión mutua, sobre nuestros respectivos proyectos nacionales».