El director Michael Moore se encuentra en plena promoción de su nuevo documental, “Fahrenheit 11/9”. Se trata del segundo proyecto que dedica a Donald Trump tras “Michael Moore in TrumpLand”, un trabajo que recreaba diferentes monólogos flamígeros que el cineasta dedicó al actual inquilino de la Casa Blanca y que solo se proyectó una noche, el pasado 19 de octubre.

En su nuevo proyecto Moore retoma el título de un anterior documental suyo. “Fahrenheit 9/11” –que giraba en torno a los desastres del gobierno de George W. Bush y los atentados del 11 de setiembre de 2001–, y lo readecúa a la fecha en la que las urnas dictaron que Trump sería presidente –la votación fue el 8 de noviembre pero los resultados finales se conocieron al día siguiente–.

En relación al protagonista absoluto de “Fahrenheit 11/9”, Moore afirma que «pese a todo lo que se ha revelado de Trump, permanece en pie. Ni los hechos ni la realidad han podido derrotarle, pero todo esto acaba con esta película».

El pasado noviembre el cineasta entró en el edificio Trump Tower de Manhattan para intentar hablar con el entonces presidente electo, pero los servicios secretos le impidieron el acceso. Tras esta negativa, el cineasta grabó la escena de una protesta que tuvo lugar a las puertas del rascacielos dorado de Trump con su móvil y la retransmitió en directo a través de Facebook Live. Finalmente logró acceder hasta el interior del edificio y rodar algunos de los suculentos pasajes que relata en el documental.

La última comparecencia de Moore tuvo lugar hace varios días en el espacio que conduce Bill Maher en HBO y en el que comparó al gobierno de Trump con el régimen dictatorial de la serie distópica “The Handmaid’s Tale”. Resumió esta comparativa en los flashbacks de la serie. En ellos la protagonista se pregunta cuándo se rebasó el punto de no retorno. Por su parte, el cineasta se pregunta «dónde estaba el punto en el que si nos hubiéramos levantado hubiéramos hecho algo». En sus conclusiones Moore sentenció que Trump «es un fascista».