Ramón Sola
IRUÑEA

La semilla insumisa rebrota en el patio de la vieja cárcel de Iruñea

Decenas de insumisos que cumplieron condena por ello en la vieja cárcel de Iruñea han vuelto a pisar este mediodía el suelo de ese patio, hoy convertido en solar vacío tras el derribo del penal. La inauguración del Parque de la Insumisión ha recuperado toda la emotividad y vitalidad de aquella lucha de los 80 y 90, pero ha mirado además al futuro.

Un momento del homenaje al movimiento insumiso. (R. SOLA)
Un momento del homenaje al movimiento insumiso. (R. SOLA)

El espacio en que decenas de desobedientes navarros al Ejército español estuvieron encarcelados en los 90 es ya el Parque de la Insumisión. Ha sido un homenaje y, a la vez, la renovación de un compromiso, resumido así por uno de ellos, Iñigo Ramírez: «Tenemos motivos para recordar con alegría aquella lucha, y para seguir animándoos a ser desobedientes ante leyes injustas. Nos reconocemos en nuevos encadenamientos defendiendo la naturaleza, en cortes de carretera, en okupaciones, en acampadas, en las plazas, en las herri harresiak, en nuevos boicots, en referéndums ilegales, en la marea feminista que inunda las calles y en los intentos de paralizar desahucios».

Tras descubrir el monolito obra de Pello Iraizoz junto a otras manos representativas del movimiento insumiso, el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, ha comparado aquella lucha con la de David ante Goliath: «Tuvieron enfrente a todo un Estado muy poderoso y lograron lo impensable, con la determinación del que hace frente a la injusticia. Fue una referencia en toda Europa». Ha acabado agradeciéndoles el esfuerzo «por nuestros hijos», que hoy no tienen que ir a «aquella mili que otros sí padecimos».

Durante el acto los centenares de asistentes han coreado las consignas míticas de aquellos años vibrantes: «Intsumisioa», «intsumisoak askatu», «Y la mili pa qué, pa qué, pa qué», «Si esto no se apaña, caña, caña, caña», «Abajo los muros de las prisiones»... Ha habido referencias no solo a los insumisos presos, sino a todos los que sufrieron en ese penal durante un siglo. El propio Ramírez ha destacado cómo en su lucha se incluyó también la defensa de otros prisioneros, y cómo fueron dispersados y alejados por su atrevimiento.

Los familiares también han tenido voz en este acto de reconocimiento. Integraron AFOINA, una asociación muy activa en la denuncia y en el respaldo a los jóvenes encarcelados. «Hasta llegamos a entrevistarnos con el ministro Belloch», ha recordado Conchita Salinas tras citar las concentraciones de los viernes, las kalejiras de los jueves para acompañar a la cárcel a quienes estaban en tercer grado, las «madres de la radio» que les llevaban su cariño por las ondas... Fuera del guión, Salinas ha dicho, emocionada: «¡Cómo nos contagiásteis vuestra utopía, qué bella era!’’. Y a la vez, una lucha dura, con muchos años de cárcel y la muerte de Unai Salanueva en febrero de 1997 como drama irreparable. Su hermana Argiñe le ha recordado, a él y a todos los insumisos y familiares que han fallecido desde entonces.

Dos décadas largas después de aquella epopeya, hoy será un día de recuerdo y fiesta para quienes la protagonizaron. El chupinazo lo ha dado uno de ellos, Tonino Carotone, entonando dos hits «huajalotes» de aquel movimiento que nunca perdía el humor: ‘Insumisión’ y ‘Carcelero’.