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Bilbo rendirá homenaje a la poeta Ángela Figuera

El Ayuntamiento de Bilbo rendirá homenaje el próximo martes, 30 de octubre, a la poeta bilbaina Ángela Figuera, una de las figuras fundamentales del género en los años de la dictadura.

Ángela Figuera
Ángela Figuera

El ayuntamiento celebrará ese día el nacimiento de Ángela Figuera (Bilbo 1902 - Madrid 1984) mediante la colocación de una placa conmemorativa en el número 13 de la calle Juan Ajuriaguerra, donde estuviera la casa natal de la escritora.

En 2008 el Ayuntamiento institucionalizó un día anual para contribuir a dar a conocer su persona y obra poética, desconocida para el gran público, cuando está considerada una de las principales poetas vascas del grupo de poetas de la posguerra, la llamada generación del 36.

Su figura, señala el Consistorio en un comunicado, «quedó relegada en la época, por el hecho de ser mujer, dentro su grupo poético al que pertenecieron autores vascos reconocidos como Blas de Otero o Gabriel Celaya».

Por la tarde, el espacio Bidebarrieta Kulturgunea de la Biblioteca de Bidebarrieta acogerá la conferencia titulada ‘Ángela Figuera: Mujer de carne y verso’, a cargo de la investigadora Oihane Gómez Lizarraga, y presentada por Juanjo Lanz, profesor de la UPV/EHU.

Ángela Figuera Aymerich nació en el seno de una familia acomodada bilbaina que no aceptó de buen grado que estudiara Filosofía y Letras en Madrid. Después de licenciarse obtuvo plaza en un instituto de Huelva, donde le sorprendió el golpe franquista. Tras la caída del bando republicano, al que apoyaron tanto ella como su marido, Figuera se trasladó a Soria, donde inició la publicación de su obra literaria en 1948.

Desarrolló, por tanto, su labor creativa durante las décadas de la dictadura con más férrea censura. En 1948, animada por su marido, llevó a imprenta el que fue su primer libro, ‘Mujer de barro’, al año siguiente publicaba ‘Soria pura’, un homenaje a la melancólica ciudad castellana.

Durante los años de la posguerra, Ángela Figuera descubrió la miseria extrema, el hambre, la desolación en que los vencedores habían sumido a los vencidos.

Su poesía empezó a tornarse amarga, descreída, urgente. Publicó ‘Vencida por el ángel’ y, poco después, vieron la luz ‘El grito inútil’ (1952), ‘Los días duros’ (1953) y ‘Vísperas de la vida’ (1953).

‘Belleza cruel’, publicado en México en 1958, fue su libro más conocido y apreciado, pero ‘Toco la tierra’ (1962), dejaba traslucir un cierto cansancio que fue detectado por la crítica. En adelante, tan solo publicaría algunos poemas sueltos y el libro de relatos ‘Cuentos tontos para niños listos’ (1980).

Tras su muerte, en 1984, después de una larga enfermedad, llegó a las librerías la que fue su última obra, ‘Canciones para todo el año’.