Las competencias digitales son algunas de las más demandadas por las empresas; pero no hay suficientes profesionales para responder a la necesidad existente. Carla Zaldua conoció de primera mano esa carencia al buscar desarrolladores para Ya!yaki, su empresa de aplicaciones móviles. Junto a Elene Allende y con el apoyo de la BBK creó Code4jobs, que oferta cursos intensivos para formarse como desarrollador informático. La tercera edición está a punto de terminar, y el plazo de inscripción para la cuarta permanecerá abierto hasta el 15 de abril.

México, India… Zaldua buscó desarrolladores en muchos países; «no por cuestiones de dinero», sino porque no los encontraba. «Siempre tenía dificultades. Vi la idea del bootcamp –cursos intensivos en competencias digitales– , del que salen como desarrollador de software junior, y pensé esto tiene que tener éxito aquí», recuerda Zaldua. Leyó un informe del Banco Mundial al respecto, y a través de él dio con la laudiotarra, Elene Allende. Contactó con ella y juntas decidieron trasladar la iniciativa desde los Estados Unidos a Bilbo, creando Code4jobs en febrero de 2017. Presentaron su idea a BBK, que la hizo suya y la financió para llevarla a cabo.

La formación tiene una duración de doce semanas, en la que los participantes aprenden de forma práctica las bases teóricas del lenguaje .Net. Además, en las tres últimas, buscan por equipos la solución a los retos planteados por empresas colaboradoras. Presentan los resultados en un evento al que asisten como invitados profesionales de recursos humanos y empresas, que aprovechan la ocasión para entrevistar a los participantes. «Una vez que finalizan, en tres meses, más del 80% se coloca. El currículum técnico de BBK Bootcamp está muy relacionado con lo que hacen en las empresas, por eso les contratan tan rápido», apunta Zaldua. El Demo Day de la tercera edición será este viernes. Entre otros, presentarán un dispositivo de identificación, una aplicación web de running o una herramienta para la gestión interna de currículum.

Cuestión de lógica

El perfil de los alumnos es muy variado, desde personas sin estudios superiores a licenciados o ingenieros. No es necesario tener conocimientos sobre programación. Las personas interesadas rellenan el formulario y realizan una entrevista personal, en el que les proponen un ejercicio de lógica matemática. «El ritmo es muy rápido. Si no tienes esta lógica, a la segunda semana estás perdido, y a la sexta, es horrible», explica la responsable. De los inscritos, que suelen rondar los 80, seleccionan a los 15-20 más adecuados.

La edad media de los participantes es 31 años, pero van desde los 19 a los 40. El 36% son mujeres, «mejor de lo habitual, pero no es el 50%», por eso, la mayor parte de la promoción en redes sociales esta destinada a ellas. Asimismo, un 20% del alumnado son extranjeros que viven en Bilbo o en el entorno. El precio de la formación es de 3.000€, pero por estar empadronado en Bizkaia y en situación de desempleo, BBK paga la mitad de la matricula, pudiendo llegar al 85% para quienes tienen una situación económica difícil. «En principio, nadie se queda sin participar por un tema de dinero».

En octubre renovarán su oferta incluyendo lenguaje Java o Javascript. Igualmente, para finales de año quieren replicar esta iniciativa en México, con el mismo formato, de la mano con una fundación y una asociación tecnológica.

Mientras planea cómo afrontar esos nuevos retos, Zaldua, no para. La trayectoria de la portugaluja combina emprendimiento con trabajos asalariados, ya desde su juventud. Con 17 años abrió una tienda de ropa de segunda mano que mantuvo hasta empezar Sociología Política. Compaginó los estudios con varios trabajos, y tras acabar, montó una empresa de pintura decorativa con una amiga; que mantuvieron durante años hasta que Zaldua se fue a Londres a realizar un máster en la London School of Economics. A su vuelta trabajó en varias empresas en Bilbao, Madrid y Barcelona. Después, creó Ya!yaki, que ha pivotado de las app a la comunicación de proyectos de I+D. Trabaja a nivel europeo, entre otras, como experta en comunicación para la Comisión Europea. Además, lleva un par de años inmersa en Accexible, una startup que está desarrollando un prototipo para la detección precoz de la demencia o el deterioro cognitivo a través del habla.