Tal y como se esperaba, el tercer episodio de la última temporada de ‘Juego de tronos’ acogió la primera de las dos grandes batallas que pondrán punto y final a la superproducción de HBO.

Titulada ‘La larga noche’, esta esperada entrega estaba destinada a convertirse en todo un hito dentro de los formatos audiovisuales ya que, hasta el momento, ninguna recreación bélica en formato televisivo o cinematográfico había alcanzado los 130 minutos que requirió el director Miguel Sapochnik para plasmar en imágenes semejante baile de sangre y espadas.

No obstante, y recién finalizada la emisión de este capítulo estelar, las redes sociales se convirtieron en un auténtico hervidero de comentarios de toda índole que dividían a quienes saludaban semejante esfuerzo humano y técnico y quienes criticaron ferozmente los caprichos de un guion salpicado por recursos tan peligrosos como el ‘deux ex machina’.

Dentro del apartado técnico, las críticas más negativas fueron dirigidas al propio diseño visual de la batalla de Invernalia, cuya rigurosa tonalidad oscura provocó que muchos espectadores no pudieran apreciar al detalle semejante coreografía salvaje. Fabian Wagner, director de fotografía de este episodio –y colaborador de Sapochnik en capítulos tan relevantes como ‘La batalla de los bastardos’ o ‘Casa austera’–, se ha visto en la obligación de intentar aclarar esta polémica a través de una entrevista concedida a TMZ en la que señala que «intentamos dar a los espectadores y los fans un episodio muy potente. Sé que no era demasiado oscuro porque lo rodé yo».

El prestigioso director de fotografía también ha recordado que «el motivo de esta fotografía tan extrema se debía a que queríamos unir la evolución de la luz con la de la historia de los personajes. En realidad, la mayor parte del problema es que mucha gente no sabe cómo sintonizar correctamente sus televisores. Todo lo que queríamos que la gente viera está ahí».

Los problemas de la compresión

Diversos expertos han aportado su opinión en torno a esta apuesta arriesgada por parte de HBO y han subrayado que el formato de alta gama elegido para rodar esta entrega tal vez no era el más apropiado, ya que la señal de video que llega a nuestros televisores a través de las aplicaciones de streaming de HBO o Movistar+ –encargadas de emitir ‘Juego de tronos’– está altamente comprimida y existen demasiados canales que tratan de acaparar un espacio muy limitado. La falta de un gran ancho de banda necesario para video de alta definición representa uno de los principales problemas. El mismo problema existe para el contenido transmitido por internet, ya que el video 4K de alta resolución afecta cada vez más a las rutas de la red.

Los expertos también añaden en sus conclusiones que, con toda seguridad, el visionado de este episodio en una gran sala de cine hubiera resultado espectacular.