El estadounidense Caeleb Dressel ha reeditado su título mundial en los 100 libre y se ha quedado a cinco centésimas del récord mundial de César Cielo, con lo que se ha convertido en el quinto nadador de la historia en repetir título en la distancia.

Dressel ha nadado en 46.96 y ha firmado la tercera mejor marca de la historia. El mejor tiempo de siempre es el del brasileño Cielo (46.91), pero en Roma 2009, en plena etapa de los nadadores de poliuretano, cuando el francés Alain Bernard también bajó de los 47 segundos. En la final ha derrotado al campeón olímpico, el australiano Kyle Chalmers (47.08), mientras que el ruso Vladislav Grinev ha terminado tercero (47.82).

Con este triunfo, el nadador de Florida se cuelga su tercer oro en este Mundial y se convierte en el quinto de la historia que es capaz de defender su título en esta exigente prueba. Anteriormente lo había conseguido Matt Biondi, Alexander Popov, Filippo Magnini y James Magnussen.

Esta ha sido la cara de la moneda para los Estados Unidos. Dressel y la espaldista Olivia Smoliga, que ha ganado contra pronóstico y con récord estadounidense incluido en los 50 metros de su modalidad, con un tiempo de 27.33. Smoliga ha conseguido para su país un cetro que no tenía desde 2007. La estadounidense se ha impuesto a la brasileña Etiene Medeiros, campeona en Budapest y que tenía la mejor marca mundial del año.

La cruz para los estadounidenses se ha vivido en los 200 estilos hombres, en los 200 mariposa mujeres y en el 4x200 femenino. En los 200 estilos, el japonés Dalya Seto, un especialista en los 400 estilos, ha sido el más rápido, en parte por ausencia de su compatriota Osuke Hagino, que no compite en Gwangju porque quiere concentrarse para los Juegos del próximo verano en su país; y el máximo favorito y que defendía el título, el estadounidense Chase Kalisz, no está en su mejor momento y se ha tenido que conformar con la medalla de bronce.

Así que Seto ha ganado con 1:56.14 y ha roto la hegemonía de Estados Unidos en esta prueba desde 2003. Desde entonces, entre Michael Phelps, Ryan Lochte y Kalisz se habían llevado los oros. Mientras, hasta la medalla de plata ha sido histórica. Se la ha colgado el suizo Jeremy Desplanches, convirtiéndose en el primer nadador de su país que consigue subir a un podio mundialista en 33 años; el anterior fue el velocista Dano Halsall (plata en los 50 metros libre).

Si Kalisz era favorito en los 200 estilos, Hali Flickinger también lo era en los 200 mariposa, pero se ha tenido que conformar con la plata. La estadounidense tenía la mejor marca del año, pero en la final la victoria ha sido para la húngara Boglarka Kapas, que sucede en el palmarés a la catalana Mireia Belmonte.

Los récords se van hacia Australia

En lo que respecta a los 4x200 metros femeninos, Katie Ledecky ha regresado a la piscina tras superar sus problemas físicos, pero no ha podido darle el oro a los Estados Unidos. Australia, con un cuarteto formado por Ariarne Titmus, Madison Wilson, Brianna Throssell y Emma McKeon, ha roto todos los registros, pulverizando el récord mundial de la prueba, 7:41.50, acabando con un tope que databa de Roma 2009 y que consiguió el cuarteto chino con 7:42.08. Los Estados Unidos también han roto la barrera de los 7:42.00, pero se han tenido que conformar con la plata, al tiempo que Canadá ha cerrado el medallero de la prueba con el bronce, a más de tres segundos de las dos mejores selecciones.

Este es el tercer récord mundial que cae en este Mundial de Gwangju. El húngaro Kristof Milak ha batido con 1:50.73 el récord mundial de los 200 mariposa que tenía el mítico Michael Phelps desde el Mundial de Roma 2009 y en los 100 braza, el británico Adam Peaty ha batido su tope mundial al nadar en 56.88. En esta sesión, aparte del récord del 4x200 femenino, el también australiano Matthew Wilson, con 2:06.67, ha igualado el récord mundial de los 200 braza que ahora comparte con el japonés Ippei Watanabe en su prueba de semifinales.