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Frankfurt

Frenazo del crecimiento de la eurozona, con el desempleo en mínimos desde 2008

El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro entre abril y junio se frenó al 1,1% en comparación con el segundo trimestre del año pasado, registrando así su expansión interanual más débil desde el cuarto trimestre de 2013. Al mismo tiempo, el desempleo cae al 7,5% y marca mínimos desde julio de 2008.

Sede del BCE en Frankfurt. (BANCO CENTRAL EUROPEO)
Sede del BCE en Frankfurt. (BANCO CENTRAL EUROPEO)

La desaceleración en términos macroeconómicos, sumada a la menor intensidad de la subida de precios registrada en julio, cuando la tasa de inflación se ha moderado al 1,1% –el menor encarecimiento de la cesta de la compra en la zona euro desde diciembre de 2016–, abre la puerta a una intervención inminente del Banco Central Europeo (BCE), según coinciden muchos analistas.

En comparación con los tres primeros meses del año, cuando creció a un ritmo del 0,4%, la expansión de la economía de la eurozona cayó a la mitad en el segundo trimestre de 2019, con un crecimiento del PIB del 0,2%, según la estimación preliminar del dato publicada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.

A falta de conocer la evolución de Alemania, la mayor economía de Europa y sobre la que planea la sombra de la contracción del PIB, el Estado francés, el segundo principal actor económico de la zona, vio frenada su expansión en el segundo trimestre al 0,2% como consecuencia de la moderación del consumo de los hogares, mientras que el PIB de Italia se estancó entre los meses de abril y junio, tras crecer apenas un 0,1% en el primer trimestre.

Vía libre para Draghi

El debilitamiento de las presiones inflacionistas en julio deja vía libre a Mario Draghi para anunciar una nueva batería de estímulos en la reunión que el BCE celebrará el 12 de setiembre, la penúltima del mandato del banquero italiano.

La moderación de la subida de precios responde al menor encarecimiento de la energía, con un alza interanual del 0,6%, frente al 1,7% de junio, mientras que los alimentos frescos subieron un 1,7%, tras encarecerse un 0,7% interanual el mes anterior.

«Para el BCE, la pregunta no es si estimular más la economía, sino cuánto lo hará en setiembre», ha apuntado Bert Colijn, economista senior de ING, para quien las perspectivas de inflación subyacente parecen estar debilitándose a medida que flojea la demanda, proporcionando «aún más munición para que el BCE actúe».

El mercado laboral

A pesar de la ralentización del crecimiento y la atonía de la inflación, el mercado laboral de la eurozona sigue ofreciendo muestras de solidez, lo que permitió reducir la tasa de paro al 7,5% en junio, una décima menos que en mayo, alcanzado su nivel más bajo desde julio de 2008.

En el conjunto de la UE se mantuvo en el 6,3%, lo que supone su mejor lectura desde que en el año 2000 comenzara a elaborar sus registros Eurostat.

La oficina de estadística comunitaria calcula que 15,674 millones de personas carecían de empleo en la UE en el ecuador del año, de las que 12,377 millones se encontraban en la zona euro, lo que supone una reducción con respecto a mayo de 36.000 personas entre los Veintiocho y de 45.000 en la eurozona.

En comparación con junio de 2018, la cifra de desempleados en la UE descendió en 1,205 millones de personas, al tiempo que en la zona euro lo hizo en 1,032 millones.

Entre los países de la UE cuyos datos estaban disponibles, las menores tasas de paro se observaron en la República Checa (1,9%) y Alemania (3,1%), mientras que las más altas fueron las de Grecia (17,6% en abril de 2019) y el Estado español (14%).