El acuerdo entre los dos partidos –primera y segunda fuerza en el Parlamento– evita así el adelanto electoral que pretendía buscar el líder de la Liga, Matteo Salvini, al romper la coalición que gobernaba el país desde las elecciones de marzo de 2018.

Conte ha acudido a las 9.30 al palacio del Quirinale, sede de la presidencia del país, convocado por Mattarella después de mantener dos rondas de consultas con las fuerzas políticas desde que el primer ministro dimitió el pasado 20 de agosto.

Un portavoz de la Presidencia ha anunciado, después de una hora de reunión, que Mattarella «ha encargado a Conte la formación de un Gobierno» y que este ha aceptado «con reservas», como marca la fórmula tradicional.

Conte ha reconocido que tenía «dudas» en cuanto a seguir en el cargo, pero ya las ha superado y está decidido a seguir. «Estamos en una fase muy delicada para el país», ha subrayado, apostando por «salir lo antes posible de la incertidumbre política abierta por la crisis de gobierno» y comenzar inmediatamente a trabajar en el presupuesto y para devolver a Italia «el papel protagonista que merece» en la UE.

Ha recalcado que la coalición entre el M5S y el PD «no será un gobierno contra, sino por el bien de los ciudadanos», en un mensaje a la Liga de Salvini, y que buscará modernizar el país y hacerlo «más competitivo, justo, solidario e inclusivo».