Maite UBIRIA BEAUMONT
HENDAIA

Una movilización plural para afear a París la entrega de un interlocutor

David Pla, integrante de la delegación de ETA que permaneció en Noruega entre 2011-2013 a fin de abrir un diálogo con el Gobierno español, fue detenido ayer en Hendaia y trasladado a la cárcel de Baiona a la espera de completar los trámites para su entrega al Estado español. Una movilización plural denunció anoche la decisión de París.

Una concentración plural, a la que se sumaron, entre otros el Consistorio de Hendaia, con su alcalde, el socialista Kotte Ezenarro, a la cabeza, la asociación Bake Bidea o los Artesanos de la Paz denunció, ayer tarde, la detención para su entrega al Estado español de David Pla.

El ex preso navarro afincado en Hendaia fue abordado, hacia las 9.15, por una decena de agentes de la Policía francesa cuando se disponía a presentarse, como hacía cada lunes y jueves, en la comisaría de Hendaia.

Desde allí fue trasladado a la sede de la Policía judicial y luego ingresado en la cárcel de Baiona, donde podría permanecer horas o «hasta diez días» antes de su expulsión.

El alcalde de Hendaia dio cuenta al mediodía, en un comunicado colgado en la web municipal, de que «lo que nos temíamos ha ocurrido y la Policía francesa ha detenido al señor David Pla para ser entregado a las autoridades españolas».

Tras recordar el acuerdo adoptado por el Ayuntamiento en diciembre, por el que se rechazaba la decisión judicial de aceptar la euroorden contra Pla, Ezenarro invitó a la ciudadanía a acudir a la concentración desarrollada ante la escalinata del Consistorio hendaiarra.

Efectivamente, el Ayuntamiento de la localidad costera labortana no dudó en expresar su solidaridad a Pla tras conocerse el rechazo al recurso interpuesto por su defensa en la Corte de Casación contra la orden de entrega, aceptada el 20 de noviembre de 2019 por el Tribunal de Apelación parisino.

Con fecha de 18 de diciembre, el pleno municipal aprobaba por unanimidad una moción en la que mostraba su oposición a esa decisión que, tal como ayer ratificó su primer edil, va en dirección contraria a la voluntad expresada por la mayoría social y política de Ipar Euskal Herria, implicada desde hace años en la construcción de una paz justa.

De hecho, al final de ese pleno la Corporación celebró con un aplauso el acuerdo y el alcalde deseó personalmente a David Pla, presente junto a su familia en el salón de plenos, su pronto regreso a Hendaia. En declaraciones a GARA antes de ese voto, Pla remarcaba el valor de la moción y, en general, el trabajo plural desarrollado por la sociedad y los agentes políticos.

Apelaba a incidir en ese camino, tal como manifestara ya tras su salida de prisión. En su primera entrevista, acordada conjuntamente con este diario y el semanario de Iparralde “Mediabask”, Pla afirmaba: «ETA ya no está, pero sigue habiendo un proceso abierto en el que podemos dar pasos compartidos que, como ocurrió con el desarme, den cohesión a nuestro pueblo».

Detenido en Baigorri

Pla fue detenido en 2015 en Baigorri, junto a la también responsable de ETA Iratxe Sorzabal. El militante navarro salió en libertad el 18 de abril del año pasado, tras cumplir condena y a la espera de que se decidiera sobre la euroorden activada a última hora por Madrid para conseguir la entrega de quien ejerciera de interlocutor de ETA en Noruega, y jugara un papel clave en el periodo que llevó al desarme y finalmente a la desaparición de la organización armada vasca.

El mandato de entrega contra Pla data de 2011 y lleva la firma del actual ministro español de Interior y entonces juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska. En el mismo se reprochan a Pla hechos por los que fue detenido en Hendaia en 2010 y puesto en libertad sin cargos por la Policía francesa.

A ello se suma la imputación sobre su presencia en una reunión clandestina en Landas que la propia Policía gala desmintió, ya que en la fecha en que se produjo ese encuentro Pla no podía encontrarse en ese lugar, al haber acudido a una prisión parisina, junto a su hijo Aitzol, para hacer una visita a su compañera, Kizkitza Gil San Vicente, entonces encarcelada.