En un encuentro anual marcado por «la situación de excepcionalidad generada por el coronavirus», Carlos Torres Vila ha destacado que «BBVA ha conseguido en 2019 el mayor beneficio atribuido sin singulares de la última década –4.830 millones de euros, un 2,7% más frente al ejercicio anterior– y una rentabilidad que nos sitúa como líder en la industria financiera», a pesar del complejo entorno macroeconómico. «El buen desempeño es consecuencia de la estrategia que marcamos tiempo atrás», ha defendido.

Mirando al futuro, «no nos conformamos, queremos repetir y agrandar el éxito», ha dicho el presidente de BBVA. Así, «en 2019 tras una profunda reflexión del equipo directivo y del Consejo, hemos concretado nuestra estrategia futura, para anticiparnos de nuevo».

De esta reflexión, ha explicado, surge «una estrategia que construye sobre la digitalización para amplificar su impacto en nuestros clientes y en la sociedad, en línea con nuestro propósito, con un papel clave de las personas que conforman nuestros equipos, así como de los datos y de la tecnología».

Carlos Torres Vila ha detallado cada una de las seis nuevas prioridades estratégicas de la entidad, empezando por «mejorar la salud financiera de nuestros clientes» y «ayudar a nuestros clientes en la transición hacia un futuro sostenible». Respecto a la primera, BBVA quiere ayudar a sus clientes con sus finanzas, «ayudarles a tomar las mejores decisiones en su vida y en sus negocios».

«Oportunidad» del cambio climático

En cuanto a la segunda, a su modo de ver, la lucha contra el cambio climático supone una enorme oportunidad, ya que la transición hacia una economía baja en carbono «requerirá inversiones significativas en el corto plazo en casi todas las industrias».

Otras dos prioridades son «crecer en clientes» y «buscar la excelencia operativa». Para ello, el banco que preside Torres Villa se apoyará «en los canales digitales para lograr un crecimiento rentable en los segmentos más atractivos», ofreciendo la mejor experiencia a un coste eficiente y «manteniendo nuestro enfoque en el control interno, la gestión de los riesgos y la optimización del uso de nuestro capital».

El consejero delegado, Onur Genç, ha reconocido ante los accionistas que no es posible prever cuánto durará en los mercados la inestabilidad provocada por la pandemia de coronavirus, que ayer llevó al IBEX35 a sufrir la mayor caída de su historia, del 14% y al banco a ceder un 15,8%.