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Donostia

Esta primavera será «leve» para las personas que padecen alergia al polen en Euskal Herria

La climatología que ha caracterizado al otoño y el invierno pasados hace prever que esta primavera será más llevadera para las personas alérgicas. A ello contribuirá también el descenso de la contaminación debido a las restricciones de movilidad motivadas por la epidemia del coronavirus.

Una imagen de marzo del pasado año en el Parque Natural de Pagoeta. (Gorka RUBIO | FOKU)
Una imagen de marzo del pasado año en el Parque Natural de Pagoeta. (Gorka RUBIO | FOKU)

Según los datos de la Sociedad estatal de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las personas alérgicas al polen se enfrentan este año a una primavera «leve».

En ciudades como Bilbo, Iruñea y Gasteiz, el Comité de Aerobiología de la SEAIC espera que en el aire se concentren entre 2.000 y 3.000 granos/m3. En la cornisa cantábrica –zona en la este organismo incluye Nafarroa– los pólenes más frecuentes son los de abedul y de gramíneas.

Desde la SEAIC se indica que existe una relación directa entre algunos factores climatológicos del otoño e invierno –como es el caso de lluvias, temperatura y humedad– y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera.

El nivel de intensidad de esta primavera para los pacientes alérgicos en las diferentes zonas geográficas se obtiene en base a la recopilación de los datos de las estaciones aerobiológicas, junto con los factores climatológicos proporcionados por Aemet.

El doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, ha subrayado que, aunque febrero haya sido seco, «el otoño y el invierno se han caracterizado por moderadas lluvias», lo que «ha favorecido el crecimiento de todas las especies vegetales».

«Todas las plantas se reproducen por pólenes, pero por suerte no todas dan problemas alérgicos», ha comentado el especialista.

Menos contaminación

No obstante, también ha destacado que que en los últimos diez años se ha duplicado el porcentaje de personas alérgicas a los pólenes más alergénicos. «Las gramíneas han pasado del 35% al 74%; la arizónica, del 9% al 23%; el plátano de sombra y la salsola, del 7% al 14%; y el olivo, del 30% al 52%. La causa parece hallarse en el efecto de la contaminación y el cambio climático sobre los pólenes».

«Afortunadamente –ha añadido Ángel Moral–, estos días las restricciones en la movilidad están reduciendo la contaminación producida por la expulsión de diésel de los vehículos y la disminución de otros humos industriales que pueden agravar los síntomas en las grandes ciudades».

Además, las instrucciones de permanecer el mayor tiempo posible en casa por la alerta sanitaria de coronavirus va a hacer que se reduzca notablemente la exposición a pólenes en las personas alérgicas y beneficiará notablemente al control de sus síntomas. «Algunos pacientes observarán que tienen que usar menos medicación para la alergia, pero insistimos en ser cumplidores en los tratamientos para el asma», ha incidido.