Osakidetza ha explicado que el objetivo de las pruebas con las máscaras de buceos recibidas es «testar si estas máscaras funcionan o no. Hoy por hoy, no se están utilizando en pacientes».

Se trata de un modelo de máscara de buceo que cubre toda la cara y permite respirar con más facilidad cuando se practica esnórquel en superficie. Unos médicos italianos descubrieron que este artículo se puede modificar para transformarlo en un respirador temporal para enfermos leves de coronavirus.

«En este momento se están valorando y trabajando en una válvula de conexión que haga posible su uso, aunque también hay profesionales que, en áreas de mayor riesgo de contagio, están probando su uso para suplir a la mascarilla y a las gafas», indican desde Osakidetza.

Las máscaras que se emplean para estas pruebas fueron aportadas por la población en respuesta a una petición realizada por los hospitales a través de una conocida red de mensajería de teléfonos móviles. A pesar del éxito del llamamiento, eso suscitó cierta confusión entre algunos ciudadanos acostumbrados a la difusión de bulos por medio de las redes sociales.

El comunicado instaba a los propietarios de las máscaras a contactar con la comisaría de la Ertzaintza de Donostia para que una patrulla acudiera al domicilio del donante a recoger el artículo.

Desde Osakidetza se ha agradecido a los donantes y a la Ertzaintza por recogerlas y se ha pedido que se detenga la entrega de máscaras momentáneamente: «En las próximas horas, si se consideran de utilidad estas máscaras para pacientes o para profesionales, lo trasmitiremos para organizar la donación en determinados puntos de recogida».

Decathlon ya ha donado este tipo de máscaras de buceo en otros lugares como Mollet del Vallès (Barcelona), cuyo hospital ha recibido los artículos que la firma de material deportivo tenía disponibles en su tienda de la localidad, para transformarlas en respiradores para los pacientes leves de coronavirus, tras una petición realizada por el alcalde, Josep Monràs. Aunque el centro hospitalario de esta población catalana no precisa en estos momentos de las máscaras, se las ha quedado en reserva por si algún día necesita transformarlas.